El artista plástico Alonso Gil (Badajoz, 1966) en su exposición, titulada "Working class heroes", en la que ha plasmado la fascinación de la infancia por el mundo del trabajo, en la sala Domo de Sevilla. EFE/ Raul Caro

Alonso Gil plasma la fascinación de la infancia por el mundo del trabajo

Alfredo Valenzuela I Sevilla, (EFE).- “¿Y tú, qué quieres ser de mayor?” es la pregunta de la que probablemente nadie se ha librado en su infancia y es la que le ha servido al artista plástico Alonso Gil (Badajoz, 1966) para su última exposición, titulada “Working class heroes”, en la que ha plasmado la fascinación de la infancia por el mundo del trabajo.

La diversión, una alegría lo más alejada posible del aire de denuncia que distingue las situaciones del trabajo infantil, distingue a esta serie de dibujos, de pinturas construidas con recortes de papel de seda, una minuciosa técnica que, ha lamentado el artista en entrevista con EFE, tiene su propio término en otros idiomas como el inglés, francés y japonés mientras que en español se ha de decir “dibujar o pintar con recortes”.

Bombero, mecánico, repartidor de butano, médico, cocinero o policía son algunos de los trabajos que desempeñan los niños en estas obras coloristas de Alonso Gil, artista que ha hecho del mundo del trabajo uno de los temas centrales de su obra, desde su reciente exposición “Gritos” en el sevillano convento de Santa Clara hasta la serie de vídeos que en 2001 dedicó a los cantantes y músicos callejeros del extrarradio sevillano, que consideró “una suerte de picaresca del siglo XXI”.

Diversión y juego

También en 2008 hizo la serie de vídeos “La felicidad en el trabajo” sobre trabajadores que acompañan sus tareas con cante flamenco, entre los que había alguna estrella de peña flamenca y hasta un sastre que llevaba con el sonido de sus tijeras el compás de su cante.

Alonso Gil
El artista plástico Alonso Gil (Badajoz, 1966) en su exposición, titulada “Working class heroes”, en la que ha plasmado la fascinación de la infancia por el mundo del trabajo, en la sala Domo de Sevilla. EFE/ Raul Caro

Esa idea de diversión y hasta de juego en el trabajo retorna en “Working class heroes” con unas figuras alegres y coloristas logradas con la minuciosidad del detalle y que parecen simular acuarelas a primera vista, hasta que la mirada es capaz de distinguir la superposición de las, en ocasiones, minúsculas piezas de papel de seda que, al superponerse, varían el tono de sus colores.

El artista ha considerado que esta técnica del papel de seda recortado y pegado sobre papel de acuarela concede una “especie de normalidad” al propio tema de sus creaciones, la inocencia y la alegría infantil, de ahí también, ha señalado, el aspecto naif de estas obras.

Dibujos mediante recortes

La exposición, que podrá verse en la galería sevillana Domo hasta el 18 de marzo, se completa con un lienzo de grandes dimensiones en el que, con acrílico, Alonso Gil ha pintado las siluetas resultantes, los deshechos de los recortes y cuyo resultado es una abstracción colorista sobre un fondo fosforescente, de modo que cuando la luz se apaga surge otra obra completamente distinta de la que se ve con luz.

“Working class heroes” se completa con un vídeo en el que gente anónima que el artista fue encontrando por la calle lanza un beso a la cámara y que comenzó a grabar después del confinamiento de la pandemia, de ahí que algunos de los participantes tenga que bajarse la mascarilla antes de lanzar el beso.

Alonso Gil ya empleó la técnica del dibujo mediante recortes hace años en el periodo que pasó en los campos de refugiados del Sáhara trazando siluetas y emblemas que luego plasmaban en prendas de ropa los miembros de un taller que aún sigue funcionando en esa zona del desierto. EFE