Jerez de la Frontera, (EFE).- La cantaora Esperanza Fernández celebra este sábado en el Festival de Jerez sus 40 años de dedicación al cante, una trayectoria en la que ha estado con los más grandes, en la que se ha convertido en una de las voces más respetadas y versátiles del flamenco actual y a la que le queda, dice, mucho recorrido.
“Llevo 40 años y espero estar otros 40 más, porque yo moriré con las botas puestas. Hasta ahora todos mis sueños han sido cumplidos, pero me quedan muchos por cumplir”, dice, en una entrevista con EFE, Esperanza Fernández.
A ella, cuenta, los sueños se los marca el tiempo, como si le llegaran solos. De momento está “muy feliz y nerviosa” de celebrar hoy en el Festival de Jerez este “hito” con “Esperanza Fernández: la voz del flamenco”, un espectáculo en el que recorre su trayectoria y en el que estrenará un tema inédito compuesto para ella por María Carrasco.
Cuatro décadas de trayectoria le ha dejado muchas enseñanzas, pero se queda con un privilegio en particular: “Haber empezado tan jovencita y haber podido compartir escenario y camerino con tantos grandes maestros ha sido la suerte más grande que yo he podido tener”.
De la niña de Curro a Esperanza Fernández
Nacida en el barrio sevillano de Triana en una familia de importantes cantaores, guitarristas y bailaores. Esperanza Fernández se presentó como primera cantaora en el espectáculo “Amargo”, de Mario Maya.
“Mis comienzos fueron preciosos, pero siempre era la niña de Curro Fernández. Hasta que por fin en el año 1994, en el Teatro Maestranza, con uno de los grandes maestros, como fue Enrique Morente, pegué el salto. Cuando ese día salí del Teatro ya no era la niña de Curro Fernández, era Esperanza Fernández”.
Camarón de la Isla y Paco de Lucía fueron otros de los muchos grandes del flamenco que quisieron tener su voz cerca.
Su versatilidad le ha permitido también viajar desde el flamenco más de raíz a otros mundos, como el jazz, y a integrarse hasta en orquestas de cámara y sinfónicas, como la Orquesta Nacional de España, la Orquesta de Barcelona y Nacional de Cataluña, la Orquesta Filarmónica de Málaga, la Orquesta Joven de Andalucía o The Wesleyan Ensemble of the Américas.
Desde su experiencia y trayectoria puede afirmar que “el estado de salud del flamenco es muy bueno. Está saliendo mucha gente joven que está tirando de la gente de atrás, que es la fuente de donde tenemos que beber, de la raíz. Los jóvenes son conscientes de ello y ya no se están haciendo tantas locuras. Se está fusionando, pero con cordura, con otro miramiento, antes la gente iba más a lo loco y eso es de agradecer”.
El protagonismo de la mujer en el flamenco
“Yo estoy a favor de todo lo que esté bien hecho porque desde muy joven he fusionado y lo sigo haciendo, pero con los pies en la tierra y sabiendo dónde quieres ir”, afirma.
En 2022 presentó su disco “Se prohíbe el cante” y ahora está en puertas de lanzar otro al mercado, pero matiza lo que significa para ella la industria musical: “Ahora todo ha cambiado y debemos vender discos para tener una carta de presentación. Yo no he sido un producto de una discográfica, grabé mi primer disco cuando ya tenía casi 15 años de carrera y no he parado de trabajar.
No tengo muchos discos en la calle y no me ha hecho falta. Ahora los discos no se venden, es una realidad, pero es importante tenerlos porque es la evolución de la vida”.
El Festival de Jerez está impregnado en la edición de 2023 por el Centenario de Lola Flores y Esperanza Fernández se considera admiradora de la jerezana. “No ha sido una cantaora de flamenco, pero todos los artistas nos hemos visto reflejados en ella en algún momento de nuestras vidas. Es un referente grandísimo del flamenco o de la copla porque es mundialmente conocida”.
En opinión de la sevillana, el protagonismo de la mujer en el mundo del flamenco tiene hoy un mayor calado gracias al legado del pasado: “Lola Flores o Pastora Pavón, ‘La niña de los peines’, fueron luchadoras y reivindicaron el papel de la mujer. Nos han allanado el terreno para las mujeres de hoy en día. Todavía hay algunos baches, pero todo va mucho mejor encaminado. Gracias a ellas tenemos más libertad para ser nosotras mismas”. EFE
