Miembros de la Policía Nacional vigilan el entorno de la calle Larios donde se ha desarrollado la operación. EFE/Daniel Pérez

El clan Farruku quiso introducir 20 toneladas de cocaína y hachís en Europa

Madrid, (EFE).- La Guardia Civil, en colaboración con Europol, ha desmantelado esta semana el conocido como clan Farruku, una organización criminal de tráfico de drogas integrada por ciudadanos albaneses a la que se le atribuyen el intento de introducir diez toneladas de cocaína y otras tantas de hachís en distintos puertos de Europa, entre ellos el de Algeciras, en Cádiz.

Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, la operación, desarrollada este martes, se saldó con 21 registros domiciliarios en las provincias de Cádiz, Málaga, Madrid, Barcelona y Toledo. También con la detención de 17 personas, entre ellos los principales miembros de la organización, y la citación en calidad de investigados de 20 personas más.

Los arrestados declaran este viernes ante el titular del juzgado de instrucción número cuatro de Algeciras, han indicado a EFE fuentes de la investigación.

Durante el transcurso de la investigación se ha conseguido atribuir a la organización numerosas aprehensiones de drogas en diferentes países europeos. Sumando casi 10.000 kilos de cocaína en distintos puertos. Entre ellas dos toneladas intervenidas en 2022 en el de Algeciras y 10.000 kilos de hachís incautados en Portugal.

Con esta elevada cantidad de hachís, el clan Farruku pretendía hacer un intercambio, con el objetivo de sustituir cada kilo de hachís procedente de Marruecos por un kilo de cocaína en Sudamérica. De forma que dos organizaciones se aprovechan mutuamente del bajo precio de cada producto en origen (el hachís en Europa y la cocaína en Sudamérica) y del elevado precio de venta en destino.

Hasta el momento se ha procedido al embargo preventivo de 25 vehículos y 22 fincas inmuebles con un valor aproximado de más de 4.200.000 euros. Así como el bloqueo de las cuentas/productos de 14 personas físicas y 30 sociedades.

Algeciras: Dos toneladas de cocaína entre merluza congelada

La operación se inició en septiembre de 2021 cuando los agentes detectaron a un grupo de personas que estaban preparando la introducción de una gran cantidad de cocaína oculta en un contenedor a través del Puerto de Algeciras.

En enero de 2022 se incautaron en este puerto dos toneladas de cocaína ocultas en un contenedor procedente de Guayaquil (Ecuador), que transportaba merluza congelada.

A partir de ese momento, los investigadores han realizado un laborioso trabajo en el que han descubierto que la organización es la responsable de otros intentos de introducir grandes cantidades de cocaína aprehendida por cuerpos policiales en los dos últimos años en puertos de Italia, Bélgica, Grecia, Portugal, Países Bajos o España.

En este periodo se han detenido a 39 personas en distintos países que se suman a los 17 en España.

Los Farruku, un clan familiar asentado en Madrid y Málaga

La Guardia Civil retrata al clan Farruku como una organización criminal compuesta principalmente por personas de origen albanés. Con vínculos familiares la mayor parte de ellos y que llevan varios años asentados en España, principalmente en Madrid y la Costa del Sol.

Cuentan con diferentes pasaportes falsos, especialmente italianos y griegos, los cuales les proporcionaban numerosas identidades ficticias que dificultaban la labor de investigación.

Algunos de sus miembros, todos con numerosos antecedentes, fueron los responsables del asalto violento que sufrió el empresario José Luis Moreno en su vivienda en 2007.

El líder, huido, cuenta con más de 10 identidades falsas

Su líder, Kreshnik Budlla, alias “Niko”, cuenta con varias requisitorias y actualmente se encuentra huido de la justicia. Se le ha detectado más de diez identidades falsas.

A través de esta investigación se ha detectado como incluso el mismo se hacía pasar por Inspector de Policía de su país natal. Con competencias en investigación dentro de toda la Unión Europea. Dicha tarjeta y placa policial, se ha podido intervenir en el registro realizado en su domicilio de Madrid.

Así mismo, durante la operación se han accedido a fotografías en las que Kreshnik Budilla usaba uniformes de la Guardia Civil para sus desplazamientos en vehículo dentro del territorio español. Evitaba así ser identificado y posteriormente detenido por las requisitorias internacionales que pesaban sobre él.

Una potente red de aliados, incluida la mafia calabresa

La principal fortaleza con la que contaba la organización era la gran capacidad logística que tenían para realizar estas operaciones por todo el mundo.

En el caso de España, contaban con una infraestructura compuesta por españoles. Alguno de ellos empresarios o de profesiones liberales, que les daban cobertura y apoyo para facilitar la introducción de la droga en España.

Este apoyo iba desde el alquiler de vehículos y naves para ocultar la droga, hasta la creación y uso de empresas para facilitar la importación de la mercancía legal donde iba oculta la droga.

Todo ello era posible gracias a una importante red de contactos y colaboraciones con otras organizaciones criminales. Durante la investigación, los agentes han confirmado reuniones entre los principales dirigentes del clan e importantes miembros de la mafia calabresa.

Sin embargo, estas alianzas no siempre han reportado resultados positivos. Cuando se incautaron las dos toneladas de cocaína en Algeciras, un miembro de este clan albanés, Ergys Dashi, fue asesinado al día siguiente. Los autores, dos individuos que le dispararon mientras cenaba en un restaurante de Guayaquil, ciudad de donde partió la mercancía con la droga.

Según la información obtenida, este hecho está directamente relacionado con la pérdida de la droga en Algeciras. Ergys Dashi actuaba como intermediario entre las organizaciones criminales europeas y los capos de la droga en América Latina.

La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Algeciras. Apoyados en la explotación por su Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y Núcleo de Servicios.

El dispositivo ha contado con la participación de más de 250 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil. EFE