El cuidador y preparador canino, Juan Luis de Castellví, junto a Chui en la playa de La Barrosa en Chiclana de la Frontera. EFE/ Román Ríos

Chui, el primer socorrista canino

Pedro Espinosa | Cádiz (EFE).- Chui, con tan solo tres meses, se está preparando para convertirse en el primer socorrista canino de la Cruz Roja en España. Ya es la sensación en la playa de La Barrosa, en Chiclana (Cádiz). Su Ayuntamiento ha concedido una autorización especial para que este perro ayude a salvar a los bañistas a partir del próximo año.

Juan Luis de Castellví, voluntario de Cruz Roja, ha contado a EFE que presentó este proyecto gracias a su experiencia en el adiestramiento y la conducta canina. Lo hizo convencido de que Chui, un golden retriever, “como el perrito del anuncio de papel higiénico”, puede ayudar a los socorristas en sus tareas diarias en la playa.

Apoyo al socorrista humano

“Consiste en un apoyo al socorrista humano, es decir, el perro nunca va a ir a rescatarte solo, sino que el socorrista humano se lanza al agua a por la víctima, pero ya no tiene que dosificar tanto las fuerzas pensando que luego tiene que volver a tierra porque puede llegar tan rápido como pueda, y después aparecerá el perro y será el animal el que los lleve a la orilla”, detalla el experto.

También ayudará en los casos en los que la víctima haya sufrido un golpe y haya sospecha de una lesión medular. Con una señal el socorrista humano puede sostener a flote a la persona mientras avisa al perro. Este será el encargado de traer el material de inmovilización, como el tablero espinal.

Experiencia piloto

Se trata de una experiencia piloto para Cruz Roja. Este tipo de iniciativas se han desarrollado en otras zonas como las playas levantinas o Canarias con otras organizaciones.

La idea ha necesitado de un permiso especial del Ayuntamiento de Chiclana para La Barrosa. En el resto de la localidad, no se autoriza la presencia de perros.

“Hay que destacar la agilidad con la que el Ayuntamiento se ha sumado a esta iniciativa”, alaba Castellví. Chui, al ser tan pequeño, no puede ser considerado todavía un perro de salvamento. Su presencia sí está permitida en la ordenanza de playas, de ahí que haya sido necesario tramitar esta excepción para facilitar el entrenamiento del cachorro.

Su presencia ha llamado la atención de muchos bañistas. Se acercan a saludarlo y a conocer su labor, centrada en estos primeros días en el funcionamiento de las sillas anfibias. Estas ayudan a bañarse a las personas con movilidad reducida.

Preparado para el próximo verano

La idea, si todo va bien, es que Chui pueda estar prestando servicio como socorrista. Entonces habrá superado un año de edad, en el verano de 2024.

Para Castellví, que ahora se ha mudado a Chiclana tras una etapa como experto en materia de emergencias y seguridad en el Parlamento Europeo, es imprescindible que haya una mayor conciencia sobre los peligros del mae. Ello, sobre todo, entre los más pequeños y los ancianos porque “treinta segundos de despiste pueden ser fatales”.

“Los socorristas no son canguros”, subraya el voluntario, quien anima siempre a seguir las señalizaciones de las banderas, que indican el nivel de alerta. La cartelería advierte de la presencia de corrientes y las indicaciones del personal de salvamento.

Este año -hasta el 3 de agosto- 253 personas han perdido la vida ahogadas en zonas acuáticas en España, lo que supone casi un 13 % más que en 2022, con 28 víctimas mortales más. Es el peor dato desde el año 2018.

A partir del verano que viene, Chui pretende contribuir a que La Barrosa una playa aún más segura.