El catedrático del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Málaga, Andrés Ortiz (d), y el ingeniero de Telecomunicación y Doctor en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones por la Universidad de Granada, Francisco Jesús Martínez (i), posan para EFE en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén). EFE/Fermín Cabanillas

Expertos desmitifican la IA: “Solo genera palabras, no distingue entre verdadero o falso”

Fermín Cabanillas I Baeza (Jaén), (EFE).- La Inteligencia Artificial (IA), según expertos, “solo genera palabras, no distingue entre los verdadero o falso”, de modo que se tiene que desmitificar su “capacidad creativa” porque “solo tiene la capacidad de combinar mediante algoritmos”.

Así lo han defendido el catedrático del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Málaga Andrés Ortiz y el ingeniero de Telecomunicación y Doctor en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones por la Universidad de Granada Francisco Jesús Martínez, que han definido a la IA como “una colección de tecnologías que hemos visto que han avanzado mucho en muy poco tiempo”, lo que, admiten, “ha causado más inquietud en la población”.

En una entrevista con EFE en Baeza (Jaén), donde dirigen un curso sobre la materia en la Universidad Internacional de Andalucía, han explicado que aún hay mucho desconocimiento sobre este asunto, “a pesar de que es una cosa que viene desde los años 50, lo que pasa es que se ha desarrollado mucho en los últimos años”, ya se ha pasado de casi no escucharlo en prensa “a que de pronto todos son noticias sobre Inteligencia Artificial”.

Elminar el trabajo tedioso

Por encima de otros problemas, sostienen que “va a suponer que el trabajo tedioso, repetitivo, que seguramente no nos gusta hacer a los humanos, tengamos una máquina que lo haga por nosotros”, con la premisa de que se tratará de una máquina “que hace tareas que hace unos años no podíamos pensar que las pudiera realizar una máquina, pero hoy así se puede”.

Una de las cuestiones más llamativas se derivan de si chat como el conocido GPT tiene capacidad para crear por sí mismo, aunque los dos expertos dicen que al final, “son generadoras de texto, son loros estadísticos que son capaces de generar palabras, pero no tienen ni idea de qué significan, no tienen ni idea de estilo, no tienen ni idea de significado, no saben lo que están diciendo”, con lo que “no saben distinguir entre lo verdadero y lo falso, ni lo bueno ni lo malo”.

“Solo saben hacer aquello para los que se les ha entrenado, que es para predecir textos, que suene a textos reales escritos por un ser humano”, aseveran, citando que es una herramienta que, contrariamente a lo que pudiera parecer, no está conectada a internet, sino que “está entrenada con muchísimos datos de Internet, de publicaciones científicas, de Wikipedia, de diversos sitios, pero él no ha memorizado esos datos, sino que, ha memorizado, digamos, las palabras más probables que están juntas”.

Adaptar los puestos de trabajo

Andrés Ortiz y Francisco Jesús Martínez no creen, por otra parte, que los programas de Inteligencia Artificial vayan a quitar empleo a las personas, y pronostican que será “igual que cuando aparecieron los ordenadores, que la gente que hacía las cosas a mano, pues claro, se quedó sin trabajo, pero “habrá que adaptar los puestos de trabajo para aprender a utilizar esas herramientas”.

“Al final, por mucho que avance la inteligencia artificial los desastres en el mundo no los produce la inteligencia artificial, ni la física, ni la química, ni la matemática”, indican, para recordar que “los desastres los producen las personas, el uso que le dan a las herramientas”, porque “detrás hay una persona siempre”.

Otra cosa es que, a nivel de predicción, “nadie era capaz de predecir hace cinco años dónde estamos en este momento de cara a la Inteligencia Artificial”, aunque “lo que llaman inteligencia son modelos matemáticos que predicen cosas”, pero, una vez que pase todo lo que ha surgido en los últimos años “la sensación es que, de repente, las aguas van a volver a su cauce y nos vamos a quedar más o menos en el límite de dónde estas cosas pueden llegar”. EFE