Residuos cercanos a la orilla del mar en una playa de Málaga. EFE/Irene Martín Morales

Pélets, la punta del iceberg del “sumidero de plástico” en que se ha convertido el mar

Irene Martín Morales I Málaga, (EFE).- La reciente llegada de pélets a las costas de España es solo la punta del iceberg del “sumidero de plástico” en que se ha convertido el mar, ecosistema que acumula cada año más y más toneladas de este material por el aumento de su consumo y la mala gestión de sus vertidos, aseguran los expertos consultados por EFE.

Los pélets, pequeñas bolas de plástico de apenas cinco milímetros con las que se fabrican infinidad de artículos de uso cotidiano, acabaron en las costas del Atlántico y el Cantábrico después de que el 8 de diciembre cayera al mar un contenedor con un millar de sacos de este material.

Cada una de estas sacas pesa unos 25 kilos, por lo que se estima que el buque ‘Toconao’, que en el momento del accidente navegaba por aguas de Portugal, pudo haber vertido al mar unos 25.000 kilos de estos microplásticos.

“Desgraciadamente, el mar se ha convertido en el sumidero de plástico más importante y cada año acumula más toneladas de este material”, advierte a EFE el biólogo y profesor del Instituto Universitario de Biotecnología y Desarrollo Azul (IBYDA) de la Universidad de Málaga (UMA) Juan Jesús Martín, quien señala que es “habitual” encontrar microplásticos en la orilla de las playas.

Martín destaca la particularidad del vertido de pélets, al ser piezas que, por su diminuto tamaño (no más grandes que una lenteja), son “muy difíciles de retirar” tanto dentro como fuera del agua, desde donde pueden transportarse por las corrientes desde el lugar del vertido “hacia cualquier sitio”.

El peligro de su ingesta

“Incluso es posible que haya corriente que vaya hacia el sur y puedan aparecer en playas de Andalucía. Aquí tenemos muy cerquita el Estrecho de Gibraltar, que tiene unas fuertes corrientes de entrada de agua superficial hacia el Mediterráneo, y así puede llegar, por ejemplo, hasta la costa malagueña de Mijas, donde hay una gran influencia del Atlántico”, comenta Martín.

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Pélets, la punta del iceberg del “sumidero de plástico” en que se ha convertido el mar. El biólogo y profesor del Instituto Universitario de Biotecnología y Desarrollo Azul (IBYDA) de la Universidad de Málaga (UMA) Juan Jesús Martín, posa en una playa de Málaga junto a pequeños residuos plásticos. EFE/Irene Martín Morales

Los pélets y otros microplásticos pueden suponer un grave peligro para aquellas especies que filtran los alimentos por tamaño de partículas, como los mejillones, las coquinas o las almejas, e incluso para las aves marinas y peces que puedan ingerirlos y sufrir problemas digestivos, enfermedades o la muerte.

Los microplásticos pueden incluso llegar al organismo humano a través de la cadena trófica, es decir, de la ingesta de estos animales.

El director de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol de la Facultad de Ciencias de la UMA, Francisco Ignacio Franco, cataloga como “contaminante” este material, independientemente de su tamaño. Aunque “no suele ser tóxico”, señala a EFE, tampoco favorece en ningún caso su consumo.

Sobre los pélets llegados al norte de la península, el experto explica que contienen aditivos para preservar sus características ante agentes externos y evitar su degradación. Una de estas sustancias es el estabilizador de luz UV-622, que sí “presenta una ligera toxicidad”.

Actuación ante los vertidos

“Afortunadamente, como el vertido ha ocurrido en mar abierto no es preocupante porque se disipa, lo que sí es preocupante es que se haya caído un contenedor de 26 toneladas y solo se hayan recogido 100 sacos de 26 kilos”, recalca.

La recogida de estos pélets de las playas se está haciendo, principalmente, de manera manual, por lo que se ha convertido en un trabajo ingente en el que colaboran cientos de voluntarios.

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Pélets, la punta del iceberg del “sumidero de plástico” en que se ha convertido el mar. Residuos cercanos a la orilla del mar en una playa de Málaga. EFE/Irene Martín Morales

Franco recomienda que estas pequeñas esferas de plástico se recolecten en el agua con redes adecuadas, ya que flotan, y que para la orilla se haga una “limpieza muy especializada” con tamices para evitar un impacto negativo en especies que habitan en las playas.

Ambos expertos subrayan la importancia de actuar con rapidez y transparencia en casos de vertidos como el del ‘Toconao’. Hace falta también un mayor control de los barcos transportistas y una ágil respuesta de las administraciones.

Pero sobre todo, inciden los especialistas, es preciso que se limite el uso y producción de plásticos en todos los ámbitos en todo el mundo.

Ir al origen del problema

“Sigues encontrándote botellas de plástico, bolsas y se van desintegrando, van llegando a la tierra, a la agricultura, a los ríos y al mar… Vamos acumulando esas imágenes que hay espectaculares de islas inmensas de plástico”, denuncia a EFE el coordinador de Ecologistas en Acción en Mijas (Málaga), Juan Jesús Alarcón, que ve en los plásticos de usar y tirar “el gran problema” del medio ambiente.

“Tenemos que empezar a limitarnos, hemos de ir al origen del problema, que es no producir, y tenemos una alternativa muy fácil que es el vidrio, que es retornable”, apunta Alarcón.

El responsable de Ecologistas en Acción considera que este es un tema de mucha importancia, aunque “solo tiene interés en ciertos momentos”, y hace un llamamiento a buscar una solución lo antes posible “por el bien de la salud del planeta y del ser humano”. EFE