.En la imagen, un pescador en uno de los canales de la Albufera.EFE/Manuel Bruque/Archivo

Esther García Llovet: “Me interesa la gente que está en los márgenes”

José Luis Picón | Málaga (EFE).- La escritora Esther García Llovet, que acaba de publicar ‘Los guapos’, su novena novela, asegura que le interesa “la gente que está en los márgenes”, y eso es lo que le pasa a sus personajes, “que están fuera de cualquier tipo de etiqueta”.

“Ahora parece que todo el mundo tiene que definirse por la profesión que tiene, pero más allá de las definiciones es donde empieza la persona”, afirma en una entrevista con EFE García Llovet, que este viernes participa en Málaga en el tercer festival literario de América y Europa ‘Escribidores’.

“A mis personajes, las etiquetas se las arranco yo antes de empezar la novela, como cuando te hacen un regalo y le quitas el precio”, añade.

Admite que el perdedor suele tener más interés como personaje literario, mientras que “al triunfador se le suele ver como un villano, a no ser que sea un perdedor que acaba triunfando, que es una narrativa muy habitual”.

“Pero el triunfador también es interesante”, precisa, “porque ha llegado ahí de alguna manera, salvo que se lo hayan dado todo hecho”. “Todo es materia, todo es interesante, y si le das diez minutos a quien sea siempre resultará interesante”.

Escribe novelas cortas

Suele escribir novelas cortas porque le gustan “las historias que se puedan contar en una frase”, y considera que “cuanto más rápido se cuente una novela, mejor se recuerda después”.

“Siempre escribo novelas cortas porque, cuando me parece que he dicho lo que tenía que decir, ¿para qué marear la perdiz? Sin embargo, me gusta mucho leer novelas largas, porque te acompañan en el invierno, y son como tener un fuego en casa que te calienta”.

Desvincula esta predilección por la brevedad de la era actual de las redes sociales, en las que “no está”, y además resalta que lleva “veinte años escribiendo novelas cortas”.

“Sin embargo, los relatos que escribo son muy largos, es algo curioso, como un espacio intermedio que es tierra de nadie. Las fronteras son sitios relativamente estrechos, y me gusta ese terreno difícil de calificar, si es una novela corta o un cuento largo. Ahí me gusta estar”.

Novela muy visual

‘Los guapos’, editada por Anagrama, es una novela muy visual, porque cuando empieza a escribir el punto de partida siempre es una imagen o un diálogo, “y una cosa lleva a la otra”.

“Me dejo guiar, dejo que fluya y pongo poca cabeza al escribir. Dejo que se pongan de palique y a ver qué pasa, o con una imagen es más fácil que me lleve a algo sensorial, a partir de ahí a una emoción y luego surge la secuencia o el capítulo que sea”.

Otro elemento importante de esta novela es su escenario, en El Saler, una zona que le “encanta” porque sostiene que “ese aire de tener algo tan asilvestrado cerca de una ciudad era algo muy rico, ese espacio extraño e infrecuente”.

“Parece que a los valencianos no les ha gustado, pero a mí me parecía algo muy bestia al lado de una ciudad, y me encantaba ese contraste”, insiste.

Le inspira el entorno

En sus páginas se observa además que García Llovet se empapa de la realidad que le rodea, algo seguramente relacionado con su otra faceta profesional, la de fotógrafa.

“Tardé mucho en empezar a hacer fotos y me extrañó, porque estoy todo el tiempo miroteando y escuchando. Me gusta mucho la sensación de que no me ve nadie, de que vas por libre, cuando tienes esa sensación de que eres invisible y lo captas todo”.

Para la escritora es fundamental también el humor, que en esta novela es negro por momentos. “En la gente, el humor es casi lo que más valoro. El sentido del humor tiene que ver con una representación del mundo relacionada con lo surreal y lo fantástico”.

“El sentido del humor es una vuelta fantástica a lo que está ya hecho y muy masticado, y con sentido del humor puedes meter cualquier cosa”, resalta García Llovet, que cree que “el humor casi siempre es negro, el blanco es infantil, casi de preescolar, y el negro es la pimienta”.

Este libro tiene además un componente sobrenatural, y la escritora reconoce que “desde el principio” sabía “que quería meter un fantasma”, pero “las novelas van completamente a lo suyo”.

“Me extraña que haya tardado tanto en escribir un libro en el que aparezcan cosas sobrenaturales, cuando es un género que me encanta, más allá del terror. Me gusta mucho lo que se queda fuera del registro, eso que está al otro lado de una esquina y que no ves”. EFE