Sevilla, (EFE).- Andalucía cerró el año 2023 con 38.537 millones en exportaciones, un 10,3 % menos que en 2022, debido al impacto de la sequía en las ventas exteriores de los productos agroalimentarios y a la subida de los precios de las materias primas de la industria y de los productos energéticos.
A pesar de esta bajada de las ventas al exterior, ha sido el segundo mejor año de la historia desde que se tienen datos homologables (1995) y Andalucía se ha situado como tercera comunidad de España, sólo por detrás de Cataluña y la Comunicad de Madrid, ha informado la Consejería de Economía.
El menor dinamismo exportador se explica por el notable efecto de la sequía en importantes capítulos agroalimentarios y también debido al contexto internacional, marcado por los conflictos de Ucrania y Oriente Medio, que han afectado de forma importante al precio de los productos energéticos y las materias primas de la industria, dos capítulos de gran importancia para Andalucía.
Este impacto se debe a que en la balanza comercial andaluza se contabiliza buena parte de las importaciones de productos energéticos de España, que entran por los puertos de la comunidad, aunque finalmente el destino sean otras regiones.
De hecho, si se excluyen los productos energéticos, Andalucía obtiene un superávit de 7.769 millones en su balanza comercial no energética con el exterior, con una tasa de cobertura positiva del 132,3 %, si bien registra un déficit comercial de 2.761 millones ya que las importaciones sumaron 41.296 millones, con una bajada del 12,4 % respecto a 2022.
Crecimiento industrial y solidez agroalimentaria
Dos capítulos industriales ostentan las mayores subidas en sus ventas al exterior: el cobre y sus manufacturas, con un 9,9 % más que en 2022, hasta los 1.701 millones; y el de máquinas, aparatos y material eléctrico, con un crecimiento del 18,5 % y una factura de 1.636 millones.
En el ámbito agroalimentario, Andalucía mantiene su solidez exportadora, alcanzando también su segundo mejor año de la historia, 13.707 millones, solo un 2,5 % menos que en 2022 pese a la intensa sequía que sufre la comunidad, y que afecta especialmente a productos de gran peso como el aceite de oliva o las frutas.
Aun así, el saldo comercial de la agroindustria aporta un superávit de 6.335 millones a la balanza comercial de Andalucía con el exterior, ha destacado la Consejería.
Tres capítulos agroalimentarios acumulan el grueso de las ventas andaluzas, con distinta tendencia: las hortalizas, que ocupan el segundo puesto de toda la cesta exportadora, con 4.198 millones y crecen un 4,7 % interanual. También se salva de la bajada el aceite de oliva, el producto más exportado de Andalucía, que, con una factura de 3.286 millones, mantiene la misma cifra que en 2022 y un liderazgo exportador del 73 % de todo lo que vende España.
Euoropa, primer destino
El conjunto del capítulo de grasas y aceites vegetales bajó un 2,6 % y alcanzó una factura de 3.815 millones (9,9 % del total) y también bajaron el 8,1 % las frutas, con unas ventas de 2.704 millones.
Los combustibles continúan como principal capítulo en ventas, con 6.173 millones, el 16 % del total, pese a una bajada del 18,2 %, debido a que las tensiones internacionales están afectando de forma determinante a su precio, algo que se aprecia al ver que las ventas en toneladas bajaron 7,2 puntos menos, un 11 %.
En quinta posición se encuentra el capítulo aeronáutico, con 2.001 millones de euros, el 5,2 % del total, aunque con un descenso del 6,2 %.
Europa es el primer destino de las ventas andaluzas, que registran, no obstante, importantes avances en otros dos continentes que aportan diversificación: América, con un alza del 2,96 % hasta los 5.068 millones; y Oceanía, que sube un 9,3 % y es el continente que más crece, con 219 millones. EFE
