Roberto Ruiz Oliva | Almería (EFE).- La exposición ‘Surrealista. Lee Miller’ recorre desde este viernes en el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) de Almería la vida personal y profesional de una fotógrafa polifacética, y muestra por primera vez imágenes inéditas tomadas en Andalucía en la década de los 50 para una biografía sobre Pablo Picasso.
“Esta exhibición muestra cómo de cerca estuvieron Lee Miller y Picasso, que estaba fascinado por ella, que era muy bella, un espíritu muy libre y una fuerte personalidad”, ha asegurado en la presentación de la muestra Anthony Penrose, hijo de la fotógrafa y director del archivo Lee Miller y de la Colección Penrose.
Picasso estuvo tan entusiasmado con su madre que, a lo largo de una semana, llegaría hacer cada día un nuevo retrato de Lee, ha continuado Anthony sobre Miller, quien llegaría a fotografiar al artista malagueño en más de mil ocasiones a lo largo de sus años de amistad.
En 1954, su padre, Roland Penrose, comenzó a escribir una biografía sobre la vida y la obra de Picasso, una tarea en la que Lee lo ayudó haciendo fotografías para completar la documentación, con instantáneas de Málaga, Granada o la Alhambra, lugares que evocaban la infancia donde creció el pintor.
“Es como si todas estas fotografías estuvieran finalmente en casa, muy cerca de dónde todo ocurrió”, ha comentado el hijo de Miller en el centro de Almería.
111 fotografías, 11 inéditas
Además de las once imágenes inéditas, la exposición comisariada por Vittoria Mainoldi cuenta con un centenar de fotografías con especial atención a la mirada surrealista de la que también fue modelo y corresponsal en la Segunda Guerra Mundial.
Con motivo de los cien años del primer manifiesto surrealista, esta muestra pretende también ilustrar cómo este movimiento resultó. Además de una tendencia artística, una verdadera forma de interpretar la vida.
“Fue una fotógrafa decisiva para el desarrollo creativo y experimental de la fotografía en su tiempo. Muchas mujeres lo hicieron en una época histórica que hay que rescatar. Las nuevas imágenes que presentamos nos hablan de la mirada de una fotógrafa extraordinaria, con una mirada de viajera, de turista”, ha explicado a EFE el director del Instituto Andaluz del Cine y la Fotografía, Juan María Rodríguez.
Esta mirada sugiere una reminiscencia, una “reverberación de lo andaluz” en la obra internacional de Lee Miller, ha señalado Rodríguez. Ha recordado que la exposición recorre todo su espectro biográfico para descubrir la figura de una fotógrafa “relevante”. Con una vida personal “tan intensa que casi ofuscó a la obra creativa”.
“Ha pasado demasiado desapercibida para la historia de la fotografía, quizá porque ella misma, como ha ocurrido con algunas mujeres fotógrafas, no se autoconcedió demasiada importancia”, ha indicado el director del CAF, quien ha participado en la rueda de prensa junto al gerente de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Javier Rivera.
Surrealismo europeo
Lee Miller fue una figura central en la excitante red de los creadores del surrealismo europeo. Y mantuvo estrechas conexiones con algunos de los creadores más universales de una región como Andalucía. Una comunidad que ella misma visitó y fotografió en la década de los 50.
Esas once imágenes hasta ahora inéditas en España cargan a esta muestra, que se podrá visitar hasta el 16 de junio de 2024, de un plus de interés y novedad andaluza y nacional.
Contará además con visitas guiadas. Y, dentro del ciclo Primer Plano de la Filmoteca en Almería, se proyectará el documental ‘Lee Miller: Musa y Corresponsal de Guerra’, de Teresa Griffiths (UK. 2020) que presentará la fotógrafa Marián León.
En Lee Miller fue surrealista tanto su forma de observar como el vocabulario fotográfico. Este caracterizado por el uso de metáforas, antítesis y paradojas visuales destinadas a revelar la insólita belleza de la vida cotidiana. Y también su forma de ver la vida.
La muestra se desarrolla a través de diferentes áreas temáticas que parten desde su trabajo de estudio en París. Allí trabajó con experimentación técnica y compositiva, hasta el mundo de la moda y la publicidad en Nueva York. Allí expresó mejor sus dotes de retratista y fotógrafa comercial, sin renunciar a su estilo surrealista.
También cuenta con bodegones y paisajes que enriquecen el conjunto de su obra cuando se trasladó a Egipto. Y de nuevo durante los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando inmortalizó la guerra en todas sus facetas. EFE
