Varios asistentes en el recinto donde se celebra la fiesta rave ilegal de La Peza (Granada), que desde el pasado 30 de diciembre reúne a más de un millar de personas. EFE/ Pepe Torres

La Peza mantiene el foco de la rave para sonar como destino turístico

María Ruiz I Granada, (EFE).- La Peza (Granada) despidió 2022 como protagonista mediática gracias al foco que enchufaron los hasta 5.000 participantes de una rave ilegal, seis días de fiesta transformados en una campaña publicitaria que este pueblo quiere aprovechar para enseñar al mundo sus encantos y un entorno único.

Después de la tormenta, esa de decibelios y miles de personas bailando hasta el amanecer, llega la calma; y La Peza, un pueblo de unos 1.200 vecinos, quiere que esa calma a la que llama el refranero popular llegue transformada en visitas y ‘turisteo’, en propuestas y vida.

Vida, porque como muchos otros entornos rurales, La Peza pelea contra la despoblación escondida frente a la cara norte de Sierra Nevada y espera que el altavoz que se encendió con una rave ilegal siga pregonando a los cuatro vientos que pasear por sus calles merece la pena.

Campaña promocional impagable

Un reguero de autocaravanas, furgonetas y camiones sorprendió a este pueblo el 30 de diciembre con una rave ilegal que llegó a congregar a unas 5.000 personas, una fiesta que se ha convertido en una campaña promocional impagable que ha mostrado al mundo las panorámicas y el entorno de este pueblo de la comarca de Guadix.

rave La Peza
Los asistentes a la “Rave” de La Peza empiezan a desmontar la fiesta ilegal mientras la Guardia Civil refuerza los controles para forzar la marcha de los asistentes.EFE/Miguel Ángel Molina

Asentado en la falda del Monte Rosado, La Peza fue un antiguo castro romano y plantó cara a las tropas napoleónicas, siglos de historia al arrullo de un entorno privilegiado y casi sin explotar que puede -y quizá debe- convertirse en fuente de vida.

Aquellos seis días de rave pasaron con un balance sereno y sin incidentes graves gracias a unos participantes que guardaron la compostura, una respuesta calmada a la ocupación ilegal del terreno y un férreo control policial, un operativo que formalizó 347 denuncias y sumó cuatro detenidos.

Ni rastro de la fiesta ilegal

“Y ahora está todo perfecto, recogido y sin basura, como si no hubiera pasado nada”, explica a EFE el alcalde de La Peza, Fernando Álvarez, que quiere seguir echando palitos al fuego promocional que supuso la rave para que su pueblo brille más que nunca.

La Peza rave
Varios asistentes en el recinto donde se celebra la fiesta rave ilegal de La Peza (Granada), que desde el pasado 30 de diciembre reúne a más de un millar de personas. EFE/ Pepe Torres

Álvarez, satisfecho porque de la fiesta ilegal no queda “ni un rastrillo”, presume del entorno que enmarca su pueblo, un “punto estratégico” que forma parte de Sierra Nevada y del Geoparque de Granada, reconocido por la Unesco.

“Tenemos rutas de senderismo homologadas y el entorno es una maravilla, la gente se interesa mucho por la zona”, añade el alcalde, que reconoce que cuentan con dos alojamientos, un espacio con caravanas que tiene todos los servicios y mucho aparcamiento, aunque cojean en lo de dar de comer.

Para sembrar y recoger, el Ayuntamiento de La Peza estudia cómo engordar la oferta gastronómica y planea concertar rutas guiadas por su entorno, pasitos para atraer a un turismo que quieren que deje una huella económica y laboral en la zona.

La Peza, una gran desconocida

“Somos la gran desconocida pero este entorno es increíble”, destaca Álvarez, que presume de pueblo y recomienda un paseo por la Solana del Gato, una ruta que recorre un bosque mediterráneo bien conservado con ejemplares de quejigos y mucha agua.

“A mí también me gusta mucho la Fuente de la Guijas”, añade el alcalde, que propone este paseo circular con dos bucles, que arranca en la plaza del Ayuntamiento, deja atrás las calles Cimiento y San Francisco Bajo para cruzar un arroyo, un sendero, una pista de tierra…

Y así, con el silencio reconquistado a la rave, con las detenciones, las molestias y la basura en el olvido, La Peza presume de atractivos ante el mundo con el firme propósito de sonar, fuerte y con cualquier ritmo, como destino vacacional. EFE