Madrid (EFE).- Tres años después de haberse publicado, en septiembre de 2019, con traducciones a más de 40 lenguas, y 47 ediciones en castellano después, el ensayo “El infinito en un junco” de Irene Vallejo ha sido galardonado con el Wenjin Book Award, premio otorgado por la Biblioteca Nacional de China, un reconocimiento “muy especial”.
Se trata del primer libro en español que se alza con este galardón que hace que su obra siga cosechando éxitos a pesar de que la escribió “sin expectativas” y “convencida” de que interesaría “a unos pocos excéntricos de la historia y apasionados de los libros”, ha dicho a Efe este jueves la escritora (Zaragoza, 1979).
“Soy la primera sorprendida por todo lo que ha sucedido desde entonces. Me sentía sola cuando lo escribía y pensaba que esta pasión por los libros era minoritaria, pero he descubierto que existe una gran comunidad en todos los países y somos muchos”, ha añadido.
Publicado en China el año pasado
El reconocimiento de la Biblioteca Nacional de China, que este año ha sumado su 18º edición, se ha enmarcado en la categoría de Ciencias Sociales, “la misma en la que fue premiado ‘Sapiens’ (de Yuval Noah Harari)”, ha matizado Vallejo.
Además, de los 19 libros premiados en esta edición, ocho son de no ficción, y de estos el único título traducido al chino ha sido el de Vallejo, que fue publicado en China en marzo de 2022, en la editorial Booky en concreto y con traducción de Li Jing.
“Es interesante porque el territorio del ensayo, de la reflexión histórica o política, es un terrero especialmente difícil de penetrar: el esfuerzo por configurar ideas y crear marcos de análisis es un territorio donde abrirse paso y no hay mucha proyección para el ensayo en español. Por eso es muy especial este premio”, ha declarado.

Respecto a China, Vallejo ha contado que, si bien no pudo ir a recoger el premio, es un lugar sobre el que le gustaría “mucho trabajar”: “Es el país de la antigüedad de los libros, porque ellos inventaron el papel y porque la imprenta más temprana de tipos móviles la inventaron ellos, no Gütemberg”.
“Me gustaría aprender y ser capaz de abrir mi reflexión a otras culturas. Me gustaría superar esa especialización y tener una mirada más amplia hacia otros países”, ha concluido.
Ensayo “sobre el mundo contemporáneo”
Según ha recordado, “El infinito en un junco” es un ensayo sobre el mundo contemporáneo, “aunque se plantee como un trayecto histórico”: “Precisamente, hablar del libro es hablar de la humanidad entera, porque lo que ha conseguido el libro es ponernos en contacto con las mejores y peores ideas de nuestros antepasados. Es una victoria contra el olvido y la destrucción”.
A punto de viajar a Buenos Aires y Uruguay, la zaragozana ha reconocido que la “vorágine” de esta obra es “enorme, preciosa, pero muy exigente”, por lo que sus lectores aún tienen que esperar para leer una nueva obra.
“Estoy viajando constantemente y quiero aprovecharme -ha afirmado-, y la experiencia de encontrar lectores de tantos países ocupa la mayor parte de mi tiempo: ahora estoy haciendo acopio de ideas”.