La ministra de Educación y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, toma posesión de la cartera de Deportes de manos de su antecesor, Miquel Iceta. EFE/Mariscal

Pilar Alegría recibe la cartera de Deportes y la portavocía del Gobierno

Madrid (EFE).- El ministro de Cultura saliente, Miquel Iceta, ha entregado hoy martes “gustoso” y con “alegría” su media cartera de Deportes a la ministra de Educación, la aragonesa Pilar Alegría, que ha recibido otra media cartera, de modo simbólico pues no existe, de Isabel Rodríguez, que deja la portavocía del nuevo Gobierno.

Durante el traspaso de carteras, que ha arrancado con unas palabras de Iceta en memoria del histórico dirigente socialista Jerónimo Saavedra, fallecido hoy, el ministro saliente de Cultura y Deportes ha explicado con humor que el apellido de la titular de Educación ayuda al traspaso y ha asegurado, “sin modestia”, que han mejorado “las cosas” en su área durante estos últimos años.

“Aquí entrego media cartera y después entregaré otra media (la de Cultura a Ernest Urtasun)”, con lo que “al final del día me voy a quedar muy desprovisto”, ha dicho entre risas.

Tras alabar la “gestión extraordinaria” de Alegría al frente de Educación y Formación Profesional, Iceta se ha mostrado convencido de que impulsará el deporte e “irá a más”, en una etapa en la que deberá afrontar retos como los próximos Juegos Olímpicos de París.

La portavocía, una responsabilidad “muy importante”

En un hall del Ministerio de Educación abarrotado por trabajadores y representantes de la comunidad educativa y deportiva, la nueva ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha explicado que ella no puede traspasar la cartera de portavocía del Gobierno porque no existe pero sí “una responsabilidad y trabajo muy importantes”.

Durante su intervención, Alegría ha explicado en tono jocoso que a Rodríguez y a ella las llaman “Pili y Mili” y ha agradecido el compañerismo, trabajo y amistad de la ya exministra de Política Territorial y portavoz.

Alegría ha explicado que nunca se imaginó que una persona como ella, procedente de una familia humilde y un pueblo de apenas 400 habitantes (La Zaida, Zaragoza), pudiera llegar a ser ministra y tampoco imaginó que ello conllevara un “cambio tan radical” en su vida.

Ha subrayado la importancia de “los golpes de realidad” como aquel en el que llamó a su madre, de 88 años, para decirle que iba a ser ministra -la primera vez- y ella le respondió que no lo dijera hasta que lo anunciara Pedro Sánchez no fuera que se hubiera equivocado, o cuando su hermana le colgó el teléfono cuando se lo iba a comunicar porque estaba guardando cola en la panadería de su pueblo y el turno en la tahona es “sagrado”.

Tras señalar que ser ministra es lo mejor que le ha ocurrido a nivel personal y profesional, Alegría ha apelado al consenso y al diálogo en los temas educativos aunque sea complicado en un país en el que hay 47 millones de expertos, “tantos como entrenadores”.

En cuanto a su nueva responsabilidad de deportes ha explicado que es un “honor” liderar este área, un fenómeno que es capaz de “hacernos vibrar en todos los rincones” y, por ejemplo, con una selección femenina que ha ganado un Mundial, momento en el que ha sido interrumpida por los aplausos.

“Para mí el deporte significa unión y unidad”, más en estos momentos en lo que parece que “algunos nos quieren llevar a una sociedad cada vez más dividida”, ha defendido Alegría, que se ha comprometido en apoyar tanto el deporte profesional como el de base.

En cuanto a la portavocía del Gobierno ha dicho ser consciente de su responsabilidad, porque desde ese papel hay que explicar las políticas y la acción de un Ejecutivo, según ha dicho, y pese a no tener cartera es una tarea “compleja”.

Promesa ante el rey

La ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría, promete su cargo ante el rey Felipe VI. EFE/Chema Moya

Antes de tomar posesión, Alegría, como los otros 21 miembros del nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Sumar, han prometido este martes sus cargos ante Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela con el compromiso de respetar la Constitución y mantener “la lealtad al rey” y recalcando la fórmula del “Consejo de Ministros y Ministras” en los dos géneros.

Ante un ejemplar de la Constitución y sin símbolos religiosos, los ministros han ido desfilando uno a uno por el Salón de Audiencias para leer el texto de la promesa ante el monarca y con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los otros poderes del Estado como testigos.

La carta magna sobre la que han prometido ha estado abierto por el artículo 100, el referido al nombramiento y separación de sus cargos de los miembros del Gobierno.

Una vez que todos han acatado la Constitución, se han hecho la foto de familia con el rey y con Sánchez y luego han mantenido una charla informa a puerta cerrada.