Vista del embalse de Mularroya desde lo alto de la presa. EFE/Javier Cebollada

El embalse de Mularroya, con 130 millones ya invertidos, se acabará a finales de 2023

La Almunia de Doña Godina (EFE).- La construcción del embalse de Mularroya, en la provincia de Zaragoza y en el que se han invertido ya 130 millones, concluirá a finales de 2023, según las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El cuerpo de la presa está finalizado y podría entrar ya en servicio, mientras que los trabajos se centran ahora en el túnel de derivación de los caudales al río Grío desde el Jalón, a un 70 %, ya que están construidos 8,5 de los 13 kilómetros previstos.

Así lo ha comunicado a los medios la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, durante la visita que ha girado este jueves a las obras junto al presidente de Aragón, Javier Lambán; el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, y el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, entre otras autoridades.

Un embalse que cuenta con un presupuesto de 154 millones, de los que ya se han invertido 130. Y del que ha quedado “justificado su interés público superior”, ha destacado Pascual, después de la sentencia del Tribunal Supremo conocida la semana pasada. Esta sentencia aclaró “la interpretación que debe darse sobre las exigencias de la Directiva Marco del Agua” y “con todo el respeto” al pronunciamiento de la Audiencia Nacional que todavía resta por emitirse.

Una sentencia que avala las obras y que el presidente de Aragón espera que “definitivamente despeje el horizonte hasta su culminación”. Por ella también se ha congratulado el presidente de la Junta Central de Usuarios del Jalón, Jesús Lamuela, para quien demuestra que las “cosas se han hecho bien”.

Todas las garantías jurídicas, técnicas y ambientales

“Creemos que podemos ser capaces desarrollar la obra en un plazo relativamente razonable con todas las garantías jurídicas, técnicas y ambientales”, ha ahondado Pascual. Ha añadido que Mularroya es una de las cinco obra de regulación incluidas en el borrador del Plan Hidrológico de la Cuenca, “una hoja de ruta para el próximo ciclo de planificación” que busca un Ebro sostenible y “una garantía del suministro a las actividades económicas y desarrollo de los territorios y la protección del agua como recurso escaso”.

La presidenta de la CHE, María Dolores Pascual (d), y el presidente de Aragón, Javier Lambán (i), visitan las obras del embalse de Mularroya. EFE/Javier Cebollada

Se han ejecutado ya en su totalidad los servicios afectados, especialmente las carreteras A-2302 y unos tramos de la N-II, que se recibirá próximamente y prevé que “pronto” pueda entrar en servicio y se han ejecutado 11 millones de las medidas compensatorias y de restitución. Estás se centran en la adaptación de líneas eléctricas para la protección de la avifauna, la mejora de hábitats de aves de alto valor ecológico, como el águila perdicera, o algunas especies de murciélagos, entre otras.

Esta obra de regulación hidráulica en el río Grío mejorará las garantías de suministro a los distintos usos, consolidando la superficie regable actual, que se incrementará en 5.000 hectáreas.

Una de las obras más importantes del Pacto del Agua

En declaraciones a los medios, Lambán ha destacado que Mularroya es una de las obras “más importantes” del Pacto del Agua y del Plan de Cuenca con el que el Gobierno de Aragón está “satisfecho”.

Lambán se ha mostrado orgulloso de liderar en Aragón la transformación de secano en regadíos en toda España, que no se hace en la práctica totalidad de las Comunidades autónomas. Desde que llegó al Ejecutivo ha puesto en marcha 28.000 hectáreas que llegarán a 39.000 cuando entren en funcionamiento todas las previstas en el Plan Hidrológico de Cuenca, una cifra “francamente esperanzadora”, ha dicho.

Ha recordado además que se está impulsando con las comunidades de regantes la modernización de regadíos, no solo con fondos de la PAC, sino también provenientes de fondos europeos MRR.

Esencial para fijar población

“Aragón ha sabido hacer bien las cosas y hay 82 millones de euros destinados por el Ministerio, pero bajo criterios del Gobierno de Aragón”, ha dicho. Y ha reivindicado esta política “esencial” para contribuir a fijar población y revitalizar el medio rural como es la agroalimentación. Pero para que esta sea rentable debe haber regadíos y para que haya regadíos es “fundamental las regulaciones de los ríos”, ha subrayado Lambán, “embalses”.

A este respecto, el presidente ha apelado al “diálogo sincero, sin dogmatismos de ninguna clase”, entre partidarios de embalses porque todos son “partidarios de la defensa del medio ambiente y de luchar contra los efectos del cambio climático”. Aunque los de los embalses ponen también la vista en “la sostenibilidad económica del territorio y nadie está mas comprometido con el medio ambiente que los agricultores y los ganaderos”, que quieren que en el medio rural haya vida “y sin embalses es absolutamente imposible”. “Ecologistas somos todos”, ha ahondado.

Lamuela, por su parte, ha agradecido a Lambán el apoyo del Gobierno de Aragón a esta obra que lleva “20 años con problemas judiciales”. Además, ha instado a que termine la judicialización de las obras de construcción de presas porque los regantes tienen que cumplir “necesidades alimentarias y energéticas” y es necesario “demostrar a la sociedad que los embalses son necesarios” y los regantes “los primeros” que quieren “convivir con el río, que esté vivo y con agua suficiente”.