Imagen de archivo del juicio con Jurado que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra un ciudadano sueco para el que se piden 29 años de cárcel, acusado de haber maltratado y asesinado a su pareja en Mogán (Gran Canaria) en abril 2019. EFE/Ángel Medina G.

El fiscal de Violencia de Género cree probado que el acusado maltrató y asesinó de modo brutal a su pareja

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El fiscal de Violencia de Género de Las Palmas, Jesús Lomba, ha pedido este miércoles un veredicto de culpabilidad para el acusado de maltratar y asesinar de forma “brutal” a su pareja en el apartamento en el que vivían en la localidad turística de Puerto Rico, en Gran Canaria, en abril de 2019, al considerar probados los hechos que le imputa.

En sus conclusiones finales, el fiscal ha destacado al Jurado de la Audiencia de Las Palmas que el procesado de nacionalidad sueca Lars E.A. maltrataba de manera habitual a su pareja, también sueca, y que la noche del 10 de abril, cuando sitúa que ocurrieron los hechos, “se le fue la mano”, le propinó una brutal paliza y la estranguló, siendo consciente de ello pese a ser un bebedor habitual, según han constatado las médicos forenses.

Lomba, que reclama una condena de 29 años de prisión, ha recalcado al tribunal que las forenses han sido “claras” al determinar en su declaración que en el acusado observaron un trastorno por consumo de alcohol, pero no tenía sus facultades limitadas ni mermadas y ha incidido en que la situación de desorden en la que se hallaba el apartamento era producto de los actos violentos que sucedían en él.

El fiscal además ha apuntado al Jurado que el acusado alega que había bebido mucho ese día y que no recuerda lo ocurrido, pero no niega que la matara, por lo que se ha mostrado convencido de que utiliza esos argumentos como coartada.

Así mismo, ha dicho que la pareja vivía en una situación de marginalidad y dependían el uno del otro, él económicamente de ella y la víctima del acusado por su situación de dependencia como consecuencia de la fractura de cadera que había sufrido meses antes.

El fiscal ha señalado además que es posible que el desencadenante de los hechos se debiera a la intención de la víctima de regresar a Suecia.

Lomba ha aludido también a que el acusado contaba con antecedentes por robo, drogas y violencia y que las médicos forenses en su informen lo describen como una persona “fría, antisocial, que no respecta las normas y miente” y a que en 2018 fue detenido por un presunto delito de maltrato a su pareja.

Por las pruebas practicadas, el fiscal de Violencia de Género cree que el procesado la noche del 10 de abril asesinó a su pareja y que en su proceder concurren como agravantes el ensañamiento, por el sufrimiento que le generó; la alevosía, pues ella estaba borracha e imposibilitada físicamente; además de los agravantes de parentesco y violencia de género.

La abogada del Instituto Canario de Igualdad, Begoña Santana, ha pedido también un veredicto de culpabilidad y ha insistido en que “no hay duda” de que la pareja del acusado murió de una muerte violenta y se ensañó con la víctima, y ha aludido al informe de los forenses en cuanto a la “violencia desmedida” y la “agresión brutal” que sufrió y que padeció.

Santana, al igual que el fiscal, ha dicho que era tal el control que tenía el acusado sobre su pareja que quiso impedir que se fuera a Suecia y también ha mantenido su petición inicial de condena de 25 años de cárcel por el asesinato de su pareja con los agravantes de ensañamiento, parentesto y violencia de género.

El abogado de la defensa, sin embargo, ha considerado los hechos como un homicidio que el propio procesado admite pero que no recuerda cómo ocurrió debido a su “grave” adicción al alcohol desde su juventud y que empeoró seis meses antes del crimen debido al fallecimiento de su madre.

Para la defensa, el informe de imputabilidad emitido por las médicos forenses es ambiguo, y ha insistido en el consumo de alcohol, cocaína y benzodiazepina del acusado, como así se demuestra en los análisis que se le practicaron, y en la cantidad de botellas vacías de alcohol que se hallaron en el domicilio de la pareja.

Además, ha rechazado que la intencionalidad haya quedado demostrada, pues precisamente, según el letrado, su defendido dependía económicamente de su novia y si la mataba se quedaba sin sustento, y los delitos de maltrato y maltrato habitual por la ausencia de pruebas.

El acusado, en su derecho a la última palabra, ha reconocido haber matado a su pareja pero ha insistido en que no recuerda lo que sucedió ese día porque estaba borracho.

La presidenta del tribunal, la magistrada Pilar Parejo, ha informado de que el objeto del veredicto se le entregará al Jurado mañana, jueves. EFE