El entrenador del Gran Canaria, Jaka Lakovic (c), se dirige a los asistentes a la recepción ofrecida por el Cabildo insular al equipo flanqueado por los presidentes de la corporación, Antonio Morales (1d), y del club, Sitapha Savané (2i). EFE/Ángel Medina G.

Lakovic aún no quiere pensar en la Euroliga, aunque entiende a sus jugadores

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El entrenador del Gran Canaria, Jaka Lakovic, ha eludido este jueves pronunciarse sobre si el equipo jugará o no la Euroliga la próxima temporada, aprovechando la plaza que le abre el haber ganado la Eurocopa, porque es algo que “se decidirá más adelante”, aunque también ha subrayado que entiende el deseo de sus jugadores de competir “al máximo nivel”.

“Aún no somos del todo conscientes del éxito que hemos conseguido”, ha señalado Lakovic a los periodistas durante la recepción que ha ofrecido al equipo el Cabildo de Gran Canaria, la institución propietaria del club.

“Hoy vamos a celebrarlo”, para posteriormente “hablar del futuro” y “pensar en próximos movimientos”, ha añadido.

El Gran Canaria solo ha disputado la Euroliga en una ocasión, en la temporada 2018-2019, y en aquel momento pagó el esfuerzo que implica esa competición, con dos partidos europeos semanales y desplazamientos muy complicados desde la isla, con una campaña desastrosa en la Liga Endesa, en la que rozó el descenso.

Su actual entrenador, Jaka Lakovic, prefiere centrarse por ahora el momento feliz que vive el equipo con su primer título continental y con la opción de regresar a las eliminatorias por el título de la Liga Endesa.

“Este es uno de los momentos más felices de mi carrera como entrenador”, ha señalado el técnico esloveno, que se siente “muy orgulloso” de lo logrado este año y atribuye el mérito a sus jugadores, “que son los protagonistas y los que nos han puesto en esa posición para ganar esta copa”. “Se merecen todo el crédito”.

Lakovic ha recordado que cuando se hizo cargo del equipo se marcó el objetivo de “construir algo especial en la cancha y en el vestuario” y también “fuera, en la sociedad”.

Por ello, se ha declarado orgulloso de la respuesta de la afición, que les ha llevado “de la mano para ganar partidos”

“Este trofeo reconoce el trabajo de muchos años, de entrenadores y jugadores”, que han “trabajado duro hasta este momento” en el que “somos nosotros quienes hemos podido traer la copa a Gran Canaria”, ha apuntado.

Por su parte, el presidente del club, Sitapha Savané, ha agradecido al Cabildo de Gran Canaria el recibimiento, en un “nuevo día para seguir celebrando este título”.

Savané ha recordado que cuando asumió el cargo, hace ocho meses, se comprometió a avanzar “con unión, identidad e ilusión” y ahora, “echando la vista atrás”, comprueba que se ha hecho “un gran trabajo”, porque a nivel deportivo el equipo ha “llegado más lejos de lo que se podía haber imaginado entonces”.

Esta copa es fruto de “años trabajando y construyendo el club”, gracias al apoyo de la corporación insular, ha dicho el exjugador senagalés, que se ha declarado “muy orgulloso por ser un club de baloncesto grancanario y especial” que va más allá “de ganar partidos”.

Por su parte, el capitán del equipo, Oliver Stevic, ha confesado que aún no se lo creen, pero que esta copa ha sido “un viaje largo y difícil” y un sueño que “no acaba”, porque siguen “trabajando para los próximos trofeos”.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha explicado que este es un día “de fiesta para Gran Canaria”, una isla “ávida de buenas noticias” y que celebra con el club este título.

Morales ha recordado que el Club Baloncesto Gran Canaria “nació hace 60 años en el patio de un colegio” (el Claret) y ha logrado a lo largo de estas décadas “un sentido de pertenencia y orgullo al baloncesto que ha logrado calar en el sentimiento más profundo de la ciudadanía” con una “enorme cantera y una enorme proyección”.

Ha resaltado que el Cabildo “ha asumido la responsabilidad de sostener el club” -que desde hace dos temporadas no tiene patrocinador principal- con “satisfacción y orgullo”, aunque ha querido dejar claro que considera que “la sociedad civil es la que debe tomar las riendas”. EFE