Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El incendio forestal que se declaró el martes en la cumbre de Gran Canaria está estabilizado en un 95 % de su superficie, por lo que las autoridades se preparan para autorizar esta noche, o más tardar el jueves, el regreso a casa de los únicos vecinos que siguen desalojados: una veintena de residentes del caserío de Cuevas Blancas.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha detallado que, de las 400 hectáreas que se estima que se han visto afectadas, en un 65 % el fuego está “liquidado”, en un 35 % está estabilizado y se trabaja para mantenerlo bajo control y extinguirlo, y solo hay llamas activas en un 5 %, en la cabecera del incendio, en la Caldera de Los Marteles, pero con perspectivas positivas.
El regreso a las zonas evacuadas ya está en marcha. De hecho, ya se ha autorizado de nuevo el uso del campamento del Garañón y del albergue de Camaretas, dos instalaciones de las que el martes fueron evacuados de urgencia casi un centenar de personas, en su mayoría menores que realizaban actividades de verano.
Para el caserío de Cuevas Blancas, el núcleo poblado al que más se aproximó el fuego, aún se evalúa la situación, pero el Cabildo de Gran Canaria ya ha adelantado sus conclusiones: no hay constancia de daños en las viviendas y el permiso para que los vecinos regresen a sus hogares no se demorará mucho más del jueves por la mañana.
En la jornada de este miércoles, las brigadas han seguido trabajando con apoyo desde el aire de ocho helicópteros y un avión forestal, que a lo largo de los dos días de fuego han hecho unas 1.200 descargas de agua, equivalente a más 1,2 millones de litros.
Está previsto que sigan sobre el terreno en las últimas labores de extinción del fuego alrededor de 250 personas, que el jueves volverían a tener apoyo aéreo de considerarse necesario.
El presidente del Cabildo y el coordinador del operativo contra el incendio, Luis Fernando Arencibia, han explicado además que los primeros informes indican que el fuego ha ocasionado pocos daños a las masas de pino canario, porque ha pasado con rapidez por ellas sin tener mucha carga de combustible en el suelo, ya que durante el invierno se había actuado limpiando esas mismas zonas.
Por ello, no tienen duda de que las zonas de pino canario, que tienen una resistencia natural al fuego, se recuperarán con rapidez.
En cambio, algunas pequeñas masas de pino común sí pueden haber sufrido daños más severos, por lo que el Cabildo de Gran Canaria valorará sustituirlas por plantaciones de pino autóctono. EFE
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