Un hidroavión destinado a las labores de extinción del incendio forestal que afecta a la isla de Tenerife sobrevuela la capital de la isla durante una operación de recarga de agua. EFE/Alberto Valdés

El sonido amigo de los hidroaviones

Saro Prieto

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Los tres hidroaviones que trabajan en la extinción del incendio forestal declarado el martes en Tenerife cargan sus depósitos de forma casi continua en el litoral de la capital tinerfeña pero, a pesar de su vuelo raso y del ruido de sus motores, son acogidos de buen agrado porque es “un sonido amigo”.

Los tres hidroaviones del Ministerio de Transición Ecológica llegaron a la isla pocas horas después de declararse un incendio forestal inédito por sus características, que comenzó en el municipio sureño de Arafo y ya se ha extendido a otros del norte de la isla, poniendo en peligro la zona forestal más importante de Tenerife.

El director de la extinción del fuego, el ingeniero de Montes Pedro Martínez, reconocía ayer en rueda de prensa que nunca antes había visto un incendio de estas características, que ha creado una meteorología propia y tiene, en algunos aspectos, un comportamiento errático.

Por eso hoy, sin estar aún bajo control ni mucho menos, el hecho de que el fuego esté adquiriendo un comportamiento normalizado ha sido acogido como una buena noticia para los trabajos de extinción.

En estos los medios aéreos son fundamentales en zonas inaccesibles para los medios terrestres y como complemento a los trabajos que realizan unos 260 efectivos desde tierra para detener a un incendio de 41,9 kilómetros de perímetro.

El trasiego de medios aéreos es continuo desde las 8:30 horas local y esta mañana está previsto que se incorporen 16 debido a la avería en un helicóptero mediano que se espera que pueda ser resuelta durante la tarde.

Un helicóptero de la Guardia Civil, CUCO, y un avión del Estado, ACO, controlan y coordinan el tráfico aéreo intenso que provocan el resto de naves en su continuo cargar y descargar agua.

Los helicópteros lo hacen en depósitos cercanos y los hidroaviones lo hacen en el mar y son estos, y su característico sonido, los que ponen visibilidad a las labores de extinción del fuego que tiene en vilo a la isla.

Ya en el gran incendio de Gran Canaria de 2019 los hidroaviones se convirtieron en los grandes héroes de los trabajos de extinción y así se lo agradecía la población aplaudiéndoles cada vez que cargaban en el litoral de la capital grancanaria o cuando surcaban el cielo de la isla.

En esta ocasión no hay esas muestras de afecto pero sí de agradecimiento y los comentarios generales son que a pesar de sus vuelos bajos y el ruido de sus motores, su sola presencia da tranquilidad.

Aunque en Canarias siempre ha habido un debate sobre la necesidad de que haya un hidroavión con base en las islas, los técnicos plantean que por la orografía del Archipiélago los helicópteros son más eficaces en la lucha contra el fuego.

Mañana está previsto que se incorpore a las labores de extinción el helicóptero Kamov, con una capacidad de transporte de 4.500 litros y otro símbolo aéreo en la lucha contra los incendios forestales. EFE