Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Las ONG que atienden a personas migrantes en Canarias han reclamado este martes un itinerario integral, desde el momento de la acogida hasta su plena inclusión social, y evitar lo que sucede hasta ahora, que tengan que ir “de puerta en puerta”, con el riesgo de que se acaben “cayendo” en el proceso.
Así lo han puesto de manifiesto representantes de Cruz Roja en Canarias, la Fundación Canaria El Buen Samaritano, la Fundación Don Bosco Salesianos Social, Cáritas Diocesana de Tenerife y Nuevo Futuro Tenerife en las jornadas sobre Migración y asilo en el espacio Schengen que organiza el Parlamento de Canarias.
Estas cinco ONG vienen trabajando desde hace cuatro años en la idea de establecer un método unificado y dar “una respuesta sistémica” en la atención a las personas sin hogar y también a migrantes en Tenerife, con cuyo Cabildo están colaborando, y que creen extrapolable al resto del archipiélago.
El modelo de atención en el que trabajan estas ONG se desarrolla en diferentes fases: desde el diagnóstico de la situación y la atención de las necesidades inmediatas, hasta la construcción de un itinerario personalizado que atienda a la educación, las competencias sociales y las necesidades de ocio y tiempo libre.
También, las necesidades habitacionales, sanitarias y jurídicas, hasta conseguir “la independencia personal” de cada individuo; en definitiva, “facilitar que tengan derechos y oportunidades”, ha sintetizado José Félix Hernández, presidente de la Fundación Canaria El Buen Samaritano.
Miguel Ángel Rojas, director territorial de Fundación Don Bosco Salesianos Social, ha expuesto que la idea es establecer “un sistema único” de bienestar social que funcione como el educativo o el sanitario, pues “nadie se plantea que alguien que vaya a urgencias o necesita hacerse una placa tenga que ir ventanilla por ventanilla”.
En la atención de personas migrantes, ha indicado Rojas, hay que tener en cuenta que cuando se hacen mayores, hoy por hoy quedan excluidos del sistema pero siguen necesitando una solución habitacional, formación para su inclusión en el mercado laboral.
“No podemos seguir dando respuestas parque, que es lo que venimos haciendo”, ha apuntado Ricardo Iglesias, secretario general de Cáritas Diocesana de Tenerife, quien ha expuesto que “no se puede atender solo a la necesidad de vivienda sin el empleo o viceversa. No podemos creer en la integración social si no se trabaja en el retorno de la familia; en el empleo, sin una educación previa”.
“El gran reto”, ha abundado Rojas, “es poner a la persona en el centro” y respetar su libertad a la hora de confeccionar “su propio itinerario, sus necesidades, sus sueños”, a partir de los cuales “generar su camino, en el que nosotros le acompañaremos y daremos herramientas”.
En este punto, ha indicad que el reparto de personas migrantes entre diferentes comunidades autónomas o países “está bien”, pero ha advertido: “no vaya a ser que mandemos a alguien a un sitio donde no quiere ir. Tengamos en cuenta a las personas. Si no atendemos a la singularidad, estaremos abocados al fracaso”.
José María Zarraluqui, coordinador autonómico de Cruz Roja Canarias, ha advertido de uno de los mayores hándicap a los que se enfrentan las ONG que atienden a personas migrantes es que los programas suelen estar “temporalizados en un año, lo que dura una convocatoria de ayudas”.
Sin embargo, “las personas precisan de procesos más largos de lo que la administración realiza”, ha subrayado.
Además, ha indicado que Cruz Roja se ha visto obligada a renunciar a pedir subvención para determinados programas porque no se ven capaces de ejecutarlos “en tiempo y con la calidad” exigida.
Alfonso Roque, director provincial Nuevo Futuro Tenerife, ha afirmado que Canarias “puede ser referente porque tiene capacidad de gestionar recursos de una manera diferente, no porque lo que se esté haciendo sea incorrecto”, sino por esta “visión conjunta” que las ONG pretenden implantar con el apoyo de las administraciones públicas. EFE
