Las Palmas De Gran Canaria (EFE).- Las metáforas y los dobles sentidos de las instantáneas filosóficas de Chema Madoz llegan al Centro de Arte La Regenta, que hasta el 20 de enero de 2024 exhibe 54 piezas del Premio Nacional de Fotografía 2000 en las que reflexiona sobre la vida a partir de elementos de la naturaleza.
Se trata de la exposición “La naturaleza de las cosas”, la primera muestra individual del reconocido artista madrileño que se exhibe en Canarias, según ha destacado este jueves en su presentación el director del centro artístico de Las Palmas de Gran Canaria que la albergará, Alejandro Vitaubet, quien ha informado de que su catálogo se terminará de editar el próximo mes de noviembre y que el próximo año se podrá ver en Fuerteventura y Tenerife.
La comisaria de la muestra, Oliva María Rubio, ha explicado que las 54 fotografías, a las que se une el documental “Chema Madoz, regar lo escondido”, son una selección de obras elaboradas entre 1982 y 2016 y protagonizadas por elementos de la naturaleza, que el autor utiliza bien para mostrar los diferentes usos que pueden tener los objetos cotidiados, bien para reflexionar sobre cuestiones vitales, tales como la fragilidad humana, la crueldad, el paso del tiempo o las adicciones.
Y todo ello lo hace sin dejar de lado el humor, haciendo uso de una aparente simplicidad que encierra “mucho más” y jugando también con la simetría de los encuadres, ya que para el galardonado en 2019 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes “la fotografía es un medio para plasmar ideas”, lo que ha hecho dentro y fuera de un estudio a lo largo de su trayectoria, ha explicado.
Rubio ha destacado que en muchas de estas instantáneas Madoz subvierte las reglas de la naturaleza para hacer un reino propio, para lo que en ocasiones hace asociaciones insólitas o busca semejanzas en las formas con el fin de transformar “hojas, ramas, nubes, maderas, plantas, flores o piedras”.
“Trastoca la realidad” para mostrar que “cualquier pequeño cambio puede dar pie a otra cosa. Su obra es una metáfora de nuestra fragilidad, de nuestra forma de estar en la vida”, ha referido la comisaria de esta muestra, quien ha explicado que la intención del artista es invitar a descubrir “otras realidades del mundo en el que vivimos”.
A juicio de Oliva María Rubio, el espectador de la obra de Madoz tiene un papel activo, ya que el autor le deja entrar en su mente, lo que puede reconfortar a quien se enfrenta a descifrar su fantasía, que usa como hacen los escritores con las palabras para tratar de describir o llamar la atención sobre cuestiones de la realidad que nos rodea, como la cada vez mayor ausencia de la naturaleza en los entornos urbanos.
Esta exposición llega a Canarias tras exhibirse en otras sedes nacionales, como el Real Jardín Botánico de Madrid o el Museo Patio Herreriano de Valladolid. EFE