Presentación de la ópera Rusalka, de Antonín Dvorák, con una producción del Auditorio de Tenerife que se representará el 5, 7 y 9 de marzo. EFE/Miguel Barreto

Blancas y Heller-Lopes llevan al Auditorio una ‘Rusalka’ de Dvorák “un poco malévola”

Santa Cruz De Tenerife, 19 feb (EFE).- La soprano Ángeles Blancas y el director de escena André Heller-Lopes llevarán al Auditorio de Tenerife una ‘Rusalka’ del checo Antonín Dvorák alejada de su clásico carácter melancólico y deprimente, al reinterpretarla como una mujer “de personalidad fuerte, como un espíritu de las aguas un poco malévolo y más en consonancia con la personalidad de la cantante”.

La ópera se representará los próximos 5, 7 y 9 de marzo y, en una rueda de prensa, Heller-Lopes ha explicado que ha concebido su propuesta como un redescubrimiento “sin las cadenas de lo preconcebido y de los estilos” y con la que espera ahondar en cuestiones que dialogan con problemas actuales, como el amor romántico.

En ‘Rusalka’, una ninfa acuática le pide a una bruja convertirse en humana para poder estar con el príncipe del que se ha enamorado, a pesar de que eso signifique perder su voz.

“‘Rusalka’ es un poco una hermana de las óperas de Puccini, es como un nieto de Wagner… Hay cierta universalidad en el tema, en la música y en la dramaturgia de Dvorák. Me gusta poder hacer una apuesta para que se pueda comunicar con la gente que viene al teatro y no solo con mi propio ego”, ha señalado el director brasileño.

Heller-Lopes ha apuntado que ha cambiado el concepto de realidad respecto a la obra original, de modo que los actos uno y tres, concebidos originalmente como un “cuento de hadas”, contrastan con el dos, el mundo de los humanos, que será en esta representación el mundo de fantasía para ‘Rusalka’, pues es donde ella encuentra el amor con el príncipe.

“Me pareció interesante cambiar las realidades y dónde está la historia. Normalmente acto 1 y 3 es ese mundo con ninfas y figuras mitológicas que viven en el agua y en el bosque. Me pregunté si el cuento de hadas para Rusalka no sería el mundo real, porque es allí donde concibe el amor con el príncipe con el que sueña ser feliz”, ha detallado.

Para Heller-Lopes, ese amor romántico es una cuestión contemporánea en un mundo “de Instagram y Tik Tok” donde todo es muy rápido, de falsas verdades y guerras horribles”.

Para la soprano Ángeles Blancas, la propuesta del director brasileño apuesta por la creatividad sin miedos ni fronteras y ha recordado que ya interpretó a Rusalka en 2007, de modo que le hace feliz reencontrarse con ella en este momento de su carrera.

“Desde 2007 hasta ahora no la he vuelto a hacer. Me hace feliz poder expresar, cantar y navegar hacia sonidos dulces, plenos y redondos y en ciertos momentos ir hacia la oscuridad. Fue mi primera ópera en checo y me encanta cantar en este idioma. Rusalka es un lugar común pleno y feliz con el que me he reencontrado”, ha dicho la soprano española, que este año ha recibido el premio como mejor cantante de Ópera XXI.

Así, Blancas ha coincidido con el director en la necesidad de ir hacia una Rusalka con más color, dramaticidad y oscuridad, pues “se mueve en un mundo de incomunicación”.

“Amo las zonas oscuras, la expresividad, el momento oscuro en Rusalka es muy interesante y muy pleno. Me gusta mucho entrar ahí, es donde te conoces más a ti misma”, ha insistido.

Además, el director musical de la obra, el británico Paul Daniel, ha señalado que ‘Rusalka’ le cautivó desde su primer contacto con ella y ha considerado esta ópera como “el Everest” del trabajo del compositor checo, del que en 2024 se cumplen 120 años de su fallecimiento.

De Dvorák, Daniel ha destacado cómo su paso por Estados Unidos justo antes de crear ‘Rusalka’ como esencial para él y para la música nacionalista checa, pues su contacto con los sonidos folclóricos fue, en opinión del director musical, “la clave de su éxito”.

“Allí conoció a gente afroamericana e incorporó parte de su música y sonidos, pero no dejó de soñar en volver a casa y poder hacer lo mismo para la música de su país”, ha ahondado el director musical.

Según Paul Daniel, si se observa la partitura de ‘Rusalka’ se puede percibir riqueza “en cada frase, en cada solo, con giros y cambios dramáticos muy característicos de las historias y cuentos checos”.

“Esto se refleja con precisión en los cambios de color de la orquesta, de oscuro a transparente, del humor a la crueldad, y solo en el espacio de unos compases”, ha abundado el director británico. EFE

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