La investigadora del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona Blanca Garcés (2I) expuso este martes en Casa África los principales resultados del informe 'Bridges' ('Puentes') sobre las narrativas migratorias, financiado por la Comisión Europea. EFE/Ángel Medina

Las voces políticas dominan las narrativas migratorias y dificultan que sean inclusivas

Las Palmas De Gran Canaria (EFE).- Las voces políticas, más las de extrema derecha, dominan las narrativas migratorias, lo que dificulta que sean inclusivas y ayuden a empatizar con las motivaciones de sus protagonistas, a lo que también contribuye la ausencia de sus relatos en la cobertura informativa de este fenómeno.

Esta es una de las conclusiones del proyecto ‘Bridges’ (Puentes), financiado por la Comisión Europea, según ha expuesto este martes en Casa África su coordinadora científica, la investigadora del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB) Blanca Garcés.

Esta iniciativa, que ha supuesto tres años de estudio, ha analizado por qué existen narrativas sobre los movimientos migratorios globales que dominan sobre otras en los medios de comunicación, las redes sociales y el debate político.

Y ha tratado de explicar también cómo impactan esos discursos predominantes, fundamentalmente antimigración y sobre todo dirigidos a los flujos procedentes de África y mucho menos a los que proceden de Latinoamérica, en la percepción individual respecto a este fenómeno y a las decisiones políticas que se toman sobre él a nivel nacional y europeo, ha referido Garcés.

Una de las conclusiones a las que han llegado los investigadores de este estudio, en el que se han examinado las realidades de seis países europeos -Francia, Alemania, Hungría, Italia, España y Reino Unido- es que la cobertura mediática de las migraciones “rápida y alejada” del fenómeno a la que se tiende cada vez más por la precaria situación del sector informativo, no ayuda a identificarse y empatizar con las personas que migran, a lo que sí contribuyen la divulgación de sus historias personales.

Percibir las fronteras como un problema o hacer de ellas un espectáculo tampoco ayuda a entender estos procesos, que no son individuales, sino que suelen implicar a familias enteras, lo que explicaría, en el caso español, la aceptación que tienen las llegadas por vía aérea de personas procedentes de Latinoamérica y el rechazo, miedo o preocupación que suscitan, por contra, los flujos que llegan en barcas desde África.

La mayor organización, financiación, coherencia, regularidad y capacidad que tiene la extrema derecha para aprovechar las ventanas de oportunidad que generan una sentencia judicial, una ley o un incidente puntual en torno al fenómeno migratorio, en detrimento de lo que hacen otros partidos que evitan hablar del asunto y cuando lo hacen es para responder a los discursos antimigración de los primeros, es otro factor que polariza y simplifica las narrativas migratorias, según ha detectado esta investigación.

De igual forma, sus promotores han constatado el fracaso de las campañas informativas de la UE en África para desincentivar la emigración irregular hacia Europa, ya que no tienen en cuenta las circunstancias y percepciones reales de los potenciales migrantes.

“Aunque los migrantes reconocen los riesgos, siguen pesando más las oportunidades, ya que su principal fuente de información son las historias de éxito de amigos, familiares y conocidos, especialmente a través de las redes sociales”, ha subrayado Garcés.

Respecto al papel aún poco trascendental que tiene la sociedad civil y sus diferentes actores para generar unas narrativas más inclusivas sobre migraciones, el estudio indica la necesidad de hablar en los momentos adecuados, es decir, cuando se abren esas ventanas de oportunidad que, a día de hoy, suelen aprovechar con habilidad las fuerzas políticas de extrema derecha, además de ser más constantes en el tiempo a la hora de mantener los discursos y estrategias dirigidos a explicar el fenómeno migratorio. EFE