Foto de archivo de la llegada de 107 inmigrantes en un cayuco al puerto de La Restinga, en El Hierro. EFE/ Gelmert Finol

Canarias fue en enero la primera puerta de entrada a Europa de inmigración irregular

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La arribada constante de cayucos que ha vivido Canarias en las primeras semanas de 2024, sin precedentes en la última década para esta época del año, convirtió a las islas en enero en la primera vía de entrada a Europa de inmigración irregular, con la mitad de todas las llegadas.

De acuerdo con las cifras que publica el Ministerio de Interior, en enero llegaron a Canarias 7.270 personas en 110 pateras y cayucos, casi 13 veces más que en el mismo mes de 2022. O lo que es lo mismo, en solo 31 días fueron rescatados en las islas tantos inmigrantes como en el primer semestre completo del año precedente (7.213).

La Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) lleva su propio recuento, con los datos que facilita España y con la información que recogen los agentes que tiene desplegados en Canarias en los principales puertos donde opera Salvamento Marítimo en sus rescates.

Su balance de enero para la Ruta Canaria, publicado en el ‘Migratory Map‘ de su página web, reduce ligeramente las cifras de Interior, para dejarlas en 6.643 personas llegadas a las islas.

Frontex no explica la razón de esa diferencia de 627 personas con el dato de España, que puede responder a algún tipo de desajuste en la recopilación de la información, pero lo atribuye a enero y lo publica en el contexto del resto de rutas principales de acceso de los migrantes a Europa, lo que permite hacer una comparación homogénea.

Según la Agencia, en enero entraron de forma irregular en la UE 13.804 inmigrantes, la gran mayoría por mar (12.795, el 92,69 %).

Foto de archivo de la llegada de 41 hombres en un cayuco al puerto de Los Cristianos (Tenerife). EFE/Alberto Valdés

Más en Canarias que por todo el Mediterráneo

Canarias representa el 48,12 % del total de esas cifras, con más llegadas y rescates que todo el Mediterráneo junto, 6.643 frente a 6.152.

Por rutas, a las islas españolas les siguen el Mediterráneo Oriental (Grecia), con 3.995 personas (el 28,94 %); el Mediterráneo Central (básicamente Italia y Malta), con 1.533 (el 11,10 %); y el Mediterráneo Occidental (España, con el Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán, con 1.533 (el 4,52 %).

El recuento se completa con 740 inmigrantes que cruzaron las fronteras de la UE en los Balcanes Occidentales y 269 que entraron por las fronteras del Este.

La ‘foto’ de enero es inusual y, si se observan las tendencias de los últimos años, es probable que cambie a lo largo de los próximos meses, para volver a colocar al Mediterráneo en centro del tablero migratorio (solo por el Mediterráneo Central transitaron hacia Europa en 2023 más de 150.000 personas, casi el cuádruple de las que llegaron a Canarias en su año récord, 39.910).

El Gobierno de España ya había alertado de que desde el comienzo de 2024 se había apreciado un cambio notable en las salidas. El origen mayoritario de los cayucos ya no es Senegal, como en octubre y noviembre, sino que más del 80 % parte ahora desde Mauritania.

Llegada a Gran Tarajal (Fuerteventura) de una neumática 59 personas a bordo, entre ellas nueve mujeres una niña pequeña. EFE/Carlos de Saá

Frontex aporta otro dato: la nacionalidad mayoritaria de quienes arribaron a Canarias en enero -en los casos que se ha podido averiguar- es la maliense, con 710 (en todo 2023 llegaron a las islas 2.226 nacionales de ese país, siempre según la Agencia de Fronteras).

Ese detalle tiene su importancia, porque las recomendaciones de Naciones Unidas y, en particular de ACNUR, sobre Mali y la guerra que sufre desde hace años esa nación del Sahel convierten a todos los llegados de ese país en candidatos a refugio o protección.

Es decir, la Ruta Canaria sigue siendo transitada mayoritariamente por migrantes impulsados por razones económicas, pero en enero al menos el 10 % de quienes se aventuraron a ella eran potenciales refugiados, y eso contando solo a los malienses, sin atender a otro tipo de persecuciones por motivos religiosos, de raza y orientación sexual que pueden afectar a ciudadanos de otros países. EFE