El presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Luis Padrón, presenta las líneas programáticas de la entidad y los proyectos previstos para este 2024. EFE/Quique Curbelo

Luis Padrón no concibe que se suban impuestos al turismo mientras se devuelven ayudas al sector

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Antes de hablar de subir la tributación al sector turístico, habría que gestionar bien los fondos nacionales y de la UE dirigidos al sector, no devolverlos por no ejecutarse en tiempo y forma, ha considerado este viernes el presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Luis Padrón.

En un desayuno informativo, en el que, junto a los vicepresidentes de la corporación Juan Acosta y Santiago de Armas y su directora general, Pilar Alcaide, ha presentado las líneas programáticas de la entidad y los proyectos previstos para este año, Padrón se ha referido a las protestas que tendrán lugar este sábado en las ocho islas en demanda de un modelo económico alejado del turismo de masas y que no cronifique la desigualdad y la pobreza en la región.

A preguntas de los periodistas, y a título personal, según ha apostillado, Padrón ha rechazado la implantación de una ecotasa en Canarias, por la que abogan los promotores de las manifestaciones de este 20A, y también la posibilidad, apuntada en los últimos días por el presidente canario, Fernando Clavijo, de incrementar el IGIC a esta actividad, motor de la economía del archipiélago y generador de entre un 35 y un 40 % de su PIB, según ha subrayado De Armas.

A juicio del presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, antes de hablar de incrementar la tributación al turismo habría que gestionar bien los fondos nacionales y europeos que se destinan al sector, en lugar de devolverlos, como ocurrió la pasada legislatura con parte de los dirigidos a la rehabilitación.

“Es absolutamente injusto y erróneo culpar al turismo de todos los males de la economía canaria y lo más fácil es crear una nueva tasa”, ha aseverado.

Santiago de Armas ha asegurado que “el verdadero beneficiario de la tributación del turismo es la Administración pública”, que, a la hora de hablar de una mejor redistribución de la riqueza en las islas, debería aclarar “qué hace” con el porcentaje de la recaudación por IGIC que procede de esta actividad, que representa, ha dicho, entre el 35 y el 50 % del total.

El Gobierno canario debe explicar qué porcentaje de la educación se financia con los ingresos públicos que proceden de la actividad turística, cuyos salarios, ha puntualizado De Armas, es una cuestión que atañe a los trabajadores y los empresarios y se fijan en los convenios en vigor, a los que se hacen “ajustes” ante las “distorsiones” que puedan surgir.

Para el dirigente empresarial, ligado al grupo Lopesan, lo importante de las movilizaciones de este sábado será lo que ocurra “el día después”, cuando ha confiado en que, más allá de “algún efecto perjudicial que pueda tener el turismo” en Canarias, “todos empecemos a colaborar y a seguir profundizando en la nueva estructura económica que debe generar” esta actividad económica “en favor de la sociedad”.

Luis Padrón ha recalcado que “en Canarias no hay turismofobia” y ha resaltado que esta actividad “ha sido un caso de éxito y no ocupa más de 3 % del territorio de las islas”, al tiempo que ha advertido de que hay que tener “cuidado con dañar al sector más importante de la economía” de la región.

De Armas ha apuntado que en la última década Canarias ha perdido “el 20 % de sus camas turísticas tradicionales -hoteleras y extrahoteleras-, mientras que las vacacionales han crecido entre un 35 y un 40 %”, un cambio de modelo que, a su juicio, se ha acrecentado, en parte, por las “trabas” que la nueva Ley de Vivienda nacional impone al “alquiler tradicional” y en otra buena medida por la mera declaración responsable que hasta ahora se exige a quienes quieran emprender este tipo de negocio.

Por ello, ha valorado que el actual Gobierno canario esté comprometido en regular el alquiler vacacional, al tiempo que entiende que Ashotel se plantee construir casas para los trabajadores del sector turístico, ya que es un colectivo que encuentra serios problemas para vivir en los núcleos donde trabaja. EFE