Formación de planetas en la Nebulosa de Orión

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Una investigación internacional dirigida por el Instituto de Astrofísica de Canarias ha mostrado la existencia de compuestos sólidos de azufre acumulados en un chorro de gas eyectado desde el corazón de la Nebulosa de Orión, lo que podría estar relacionado con un proceso de formación de exoplanetas.

En el estudio se han utilizado tres de los telescopios ópticos más importantes del mundo: el Very Large Telescope (VLT), el Gran Telescopio de Canarias (GTC o Grantecan) y el Telescopio Espacial Hubble (HST), informa este jueves en un comunicado el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que indica que los resultados se publican en la revista científica “Monthly Notices of the Royal Astronomical Society”.

Explica que en la Nebulosa de Orión existe una gran cantidad de protoestrellas y discos protoplanetarios y estos se encuentran inmersos en el intenso campo de radiación ultravioleta producido por las estrellas del Trapecio de Orión, que ionizan el gas y pueden fotoevaporar estas estructuras, desintegrándolas.

Por ello se cree bastante improbable la formación planetaria en estos ambientes hostiles.

Composición de partículas

Sin embargo, la composición química de los múltiples chorros de gas que se originan y se propagan en las inmediaciones de los discos protoplanetarios puede revelar pistas sobre este fenómeno.

Durante el arrastre y choque del gas eyectado, partículas sólidas de polvo pueden destruirse, liberando sus átomos a la fase gaseosa y aumentando su concentración, indica el IAC.

Cuando hay formación planetaria en un disco protoplanetario, la acreción de materia no es uniforme, sino que los granos de polvo de gran tamaño, como los sulfuros, pueden quedar atrapados, acumulándose, según trabajos teóricos recientes.

Ahora, la investigación liderada por el IAC ha hallado en el chorro de gas de HH514, en el pleno centro de la Nebulosa de Orión, una concentración de azufre dos veces mayor que la solar que podría explicarse con la destrucción de reservorios de granos de polvo ricos en sulfuros.

La alta abundancia de estos compuestos parece indicar que hubo o sigue habiendo formación planetaria en el disco protoplanetario donde se originó.

El azufre es un elemento importante para la síntesis de proteínas en los seres vivos, explica José Eduardo Méndez, investigador del IAC y autor principal del estudio, quien señala que en las nebulosas donde se forman las estrellas, este se halla principalmente en forma gaseosa, pero “en nuestro planeta lo encontramos en rocas compuestas de sulfuros”.

Según el científico, el proceso de transición de gas a polvo, o viceversa, de este elemento en el universo es un tema abierto, pues, “aunque se han postulado algunas ideas, aún nos faltan evidencias para saber exactamente qué está sucediendo en la Nebulosa de Orión”.

El trabajo sobre HH514 “nos permitirá entender mejor este fenómeno y atraer a más investigadores a analizar este tema”, sostiene.

Para el astrofísico César Esteban, investigador del IAC y coautor del estudio, ha sido un reto interpretar los resultados obtenidos porque se han descartado muchos escenarios alternativos que podrían explicar “la extraña sobreabundancia de azufre de HH514, aunque es posible que todavía haya detalles que se nos escapen”.

“Queda claro que la Nebulosa de Orión tiene aún muchos secretos por descifrar. La conexión entre los chorros de gas y la posible formación planetaria demuestra la interconexión entre las distintas áreas del conocimiento, y que solo colaborando podremos entender mejor el problema”, concluye Jorge García Rojas, investigador del IAC (Severo Ochoa) y otro de los coautores del trabajo. EFE