Varias de las obras que se incluyen en la exposición "Toulouse-Lautrec. Mujer y belle époque", un montaje compuesto por más de un centenar de obras gráficas originales del artista francés, presentada este miércoles. EFE/ Miguel Barreto

Tenerife acoge al Toulouse-Lautrec fascinado por la mujer de la “Belle époque”

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Más de cien obras muestran a partir de este miércoles en Tenerife la relación del pintor de la modernidad, Toulouse-Lautrec, con la “belle époque” y, especialmente, con su fascinación por la mujer en el circo y en el cabaré, donde llega a ser precursor en el retrato del lesbianismo.

La muestra “Toulouse-Lautrec. Mujer y belle époque” ha sido organizada por la Fundación CajaCanarias en su espacio cultural en Santa Cruz de Tenerife, donde podrá visitarse hasta el 15 de julio con cuatro secciones de la obra gráfica del pintor: lo urbano, el circo, la vida nocturna y la ilustración.

Se trata de un recorrido comisariado por la profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura Rosa María Perales, quien ha definido a Toulouse-Lautrec como “el pintor de la modernidad” porque “toca los temas cotidianos de los seres humanos, desde el café hasta el baile” en escenas que la contemporaneidad sigue reconociendo.

Rosa María Perales ha recordado que el pintor nació en 1864 en el seno de una familia aristocrática y estaba llamado a ser el conde de Toulouse-Lautrec, lo que impidió la enfermedad ósea que condicionó su vida, y que le llevó a convertirse “en el cronista de la vida nocturna de París y romper todas las barreras”.

Para ello se enfrentó a su clase social sin llegar a romper con ella, de manera que su arte “observador” retrata a los burgueses que van a la ópera y que, a continuación, se dirigen a los cabarés de Montmartre.

A partir de 1884 estos cabarés son su hogar y de hecho, durante una parte de su vida vivió en un burdel, ha explicado Perales, para subrayar que frente al tópico de su vida disipada Toulouse-Lautrec fue un enorme trabajador ya que, en su corta vida (falleció en 1901) realizó más de 5.000 dibujos y casi 400 ilustraciones.

En la exposición organizada por la Fundación CajaCanarias se percibe la vinculación del artista al mundo de los marginados, de los malhechores, de las prostitutas y cómo se entremezclan con los burgueses, todos retratados con melancolía y sin juzgar.

En el caso de las mujeres se adentra en la intimidad de su habitación e incluso del baño, y fue el primer pintor reconocido en editar una serie de dibujos dedicados al lesbianismo “que no tuvo éxito, puesto que no era erótica”, ha puntualizado la comisaria de la muestra.

Son dibujos con colores primarios, básicos, en los que el trazo revela el carácter de los personajes, una cualidad que también se percibe en su serie dedicada al circo y su interés por los caballos y por equilibristas y contorsionistas, es decir, por quienes tenían un cuerpo perfecto tan alejado del suyo.

Y luego está el Toulouse-Lautrec de los carteles, el gran revolucionario de la publicidad al aplicar estrictamente la guía “sencillez-orden-jerarquía”, y en donde mostró también su pasión por las estampas japonesas, tan en boga en la época.

Un aspecto llamativo de los retratos femeninos e hípicos que se muestran en la capital tinerfeña es que fueron realizados de memoria por el pintor cuanto estaba encerrado en un sanatorio mental, poco antes de su fallecimiento.

Toulouse-Lautrec fue “un insuperable cronista de su época y de sus contemporáneos”, un retratista psicológico de los personajes de los mundos nocturnos en una vida que conoció a partir de un enorme fracaso sentimental, y llega a ilustrar momentos tan íntimos “y crueles” como “Esperando al médico”, el instante en que las prostitutas están a la espera del reconocimiento de un facultativo.

La presidenta de la Fundación CajaCanarias, Margarita Ramos, ha subrayado que con esta exposición se inicia el programa expositivo de este año, y ha recordado que continúa el programa “Despertares” dedicado a escolares que, al término de su visita a la muestra, tendrán un espacio en el que se recrea el mundo del circo retratado por el pintor de Montmartre. EFE