Una segunda vida para 14.000 libros donados que financian programas sociales

Javier G. Paradelo.

Torrelavega (EFE).- La librería solidaria de Amica, entidad con sede en Torrelavega que trabaja en el sector de la discapacidad, está consiguiendo dar una nueva vida a más de 14.000 volúmenes donados por empresa, particulares o bibliotecas, que se venden a precios módicos para financiar programas sociales.

El proyecto nació en 2019 y en la actualidad está gestionado por 29 voluntarios, la mayor parte de ellos miembros de la Sociedad Cántabra de Escritores, que son los encargados de abrir la tienda física ubicada en Torrelavega, atender a los clientes y también ayudarles a encontrar ese libro especial que están buscando.

A comienzos del pasado diciembre, Amica celebraba el tercer aniversario de este proyecto atendiendo a una media de entre ocho y diez personas al día, tres años durante los que la librería solidaria ha evitado la tala de 330 árboles y el consumo de más de 10 millones de litros de agua, que equivalen a tres piscinas olímpicas.

En busca de la economía circular

El responsable de Comunicación de Amica y voluntario de la librería, Fernando Collantes, ha detallado a EFE que el primer objetivo del proyecto es promover la economía circular, ya que aquellos libros en buenas condiciones se ponen a la venta en la tienda física y en internet, y los que están más deteriorados se reciclan.

Cada libro tiene un precio de entre 1 y 7 euros, a la vista del cliente a través de un código de colores en cada ejemplar, y con el dinero obtenido de las ventas se ayuda a financiar programas que buscan el bienestar de las personas, en especial de la infancia, además de otro tipo de campañas, como una reciente a favor de Ucrania.

La tienda física está ubicada en unos locales de la asociación Amica en la calle Ronda Garcilaso, en el barrio El Zapatón, y atiende al público de lunes a viernes, de 17.00 a 20.00 horas, y los sábados, de 10.30 a 13.00 horas, donde ofrece 8.000 libros de temática general en formato papel.

A su vez, en la web de Amica se pueden consultar y adquirir hasta 14.000 referencias buscando dar esa segunda o tercera vida al libro, para como asegura Collantes “descubrir capacidades y crear oportunidades para las personas”, porque aquí se puede encontrar “el libro perfecto para cambiar el mundo”.

Los libros, un bien a proteger

Otra de las voluntarias que trabaja en este proyecto es Cristina Pereda, quien fue de las primeras en incorporarse al proyecto de la librería solidaria cuando abrió sus puertas, a su juicio una experiencia “enriquecedora” por el hecho de que se demostrar “que los libros no se pueden arrinconar ni tirar”.

Además, destaca la satisfacción del grupo de voluntarios por colaborar “en un proyecto de solidaridad a través de la cultura”, ya que además de la venta de libros se encargan de promover diferentes actividades relacionadas con la cultura y siempre con el libro como protagonista.

En este sentido, Pereda insiste en que “la mayor satisfacción” de los voluntarios y de los promotores del proyecto es que las personas que se acercan a la librería sientan la necesidad de imprgnarse de la lectura y de saber trasmitir a los demás la importancia de difundir la cultura.

“Lo que nos anima es transmitir que los libros tiene un sentido después de haber sido utilizados por su primer dueño”, afirma.