Santander (EFE).- La zarzuela “Doña Francisquita”, “estandarte” de la lírica española, llega esta semana al Palacio de Festivales de Cantabria para poner el acento en la “modernidad” de este género a través de personajes femeninos “fuertes y libres”.
Producida por el teatro Villamarta de Jerez, “Doña Francisquita”, zarzuela en tres actos con música de Amadeo Vives y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, se podrá disfrutar este viernes y sábado, a partir de las 19.30 horas, en la sala Argenta.
El montaje ha sido presentado este lunes, en rueda de prensa, por sus directores y los principales protagonistas. Los directores de esta producción, Francisco López y Miquel Ortega, han agradecido esta apuesta por recuperar el género de la zarzuela en una plaza que fue “puntera” en su programación y por volver a meter a la capital cántabra en los circuitos líricos.
Ortega, encargado de la dirección musical, ha recordado que la zarzuela le ha acompañado toda la vida y, en especial, “Doña Francisquita”, que cumple cien años, y a la que ha señalado como “una verdadera obra maestra del género”.
De hecho, ha señalado que probablemente es la zarzuela que más veces se ha programado en el extranjero y que “siempre” ha sido un éxito, tanto dentro como fuera de España. “Es un estandarte de nuestro género lírico”, ha abundado.
Doña Francisquita, una mujer “fuerte y libre”
Esta producción, que cierra el nuevo programa de “Primavera Lírica” del Palacio, busca reivindicar, según ha apuntado López, director de escena, la “modernidad” de la zarzuela con un proyecto “complejo” que no pierde de vista el “concepto popular” de este género.
“Doña Francisquita es una mujer modernísima que movía los hilos para conseguir lo que quería; no casarse con el viejo y buscar su futuro” ha subrayado. “Es una mujer fuerte y libre, que busca el amor de Fernando y lo consigue”, ha apuntalado Rocío Pérez, quien interpreta a la protagonista en un papel “complejo”, en el que se siente “a gusto”.
Su rival por el amor de Fernando, ‘la Beltrana’, también transmite, según la visión de su interprete, Marina Pardo, una visión de una mujer “sin ataduras”, mientras que José Luis Solá busca “enriquecer” al protagonista de la lucha amorosa de las dos para que “no pase desapercibido”, un personaje que ofrece una “dificultad” tremenda.
Todos han coincidido en que la zarzuela está “viva” y han apostado por buscar fórmulas que “conecten” a los jóvenes con esta género lírico, porque como ha incidido Francisco López: “la cultura no es un gasto, es una inversión”.
