El homenaje al descubridor de Altamira, en una exposición

Santillana del Mar (EFE).- El Museo de Altamira muestra al público la exposición “Rasgar el tupido velo”, un homenaje al científico que descubrió las pinturas rupestres Patrimonio de la Humanidad de esta cueva, Marcelino Sanz de Sautuola.

Ante el 135 aniversario del fallecimiento de Sanz de Sautuola, la exposición intenta resaltar la importancia de la labor de este mecenas más allá de Altamira y el hecho de que fue un adelantado a su tiempo.

La muestra reúne documentos históricos, arqueológicos y de historia natural que formaron parte de las colecciones que Sanz de Sautuola -bisabuelo del banquero Emilio Botín- fue atesorando a lo largo de toda su vida.

Puede contemplarse una publicación de 1880, “Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la Provincia de Santander”, dedicada al descubrimiento de Altamira y que está considerado una auténtica joya de la literatura científica.

Los primeros creadores de ideas

El libro cuenta cómo se produjo la transformación a los primeros humanos de seres salvajes en artistas y de simples cazadores en creadores de ideas y pensamientos complejos.

La exposición podrá visitarse hasta el 7 de abril de 2024 y surge de la colaboración entre el Museo, la Fundación Marcelino Botín y la Consejería de Cultura, junto a los museos Arqueológico Nacional, y de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander.

La directora del Museo de Altamira, Pilar Fatás, ha explicado que el centro busca resaltar la importancia de la figura de Marcelino Sanz de Sautuola “más allá de su relación con Altamira” y por eso cuentan con colecciones particulares el científico.

También ha recordado el convencimiento con que Sanz de Sautuola atribuyó de forma pública las pinturas de Altamira a un artista prehistórico y cómo “provocó una gran polémica sobre su autenticidad” y sobre su antigüedad, que eclipsó durante décadas la figura del descubridor.

Su rehabilitación no llegaría hasta 1902 cuando ya había fallecido, y también cuando en 1921 la Exposición de Arte Prehistórico Español, en Madrid, le rindió un homenaje de forma póstuma.

Más allá de Altamira

La comisaria de la exposición, Carmen de las Heras, ha resaltado la “enorme magnitud” del descubrimiento de Sanz de Sautuola, que -ha explicado- lastró el reconocimiento de su actividad como historiador, político y naturalista.

Sanz de Sautuola vio la importancia de las pinturas de Altamira cuando las contempló por primera vez después de entrar a la cueva con su hija María, quien contempló por primera vez los famosos bisontes.

Este científico y mecenas ocupó cargos directivos en la Junta de Obras del Puerto de Santander, en la Liga de Contribuyentes y en la Junta de Agricultura, Industria y Comercio, entre otras, además de ser Diputado Provincial.

Además de un hombre ilustrado, fue un investigador de nuevas formas de progreso para su tierra y contribuyó decisivamente a la conservación del patrimonio histórico y arqueológico de Cantabria.

Llegó a ser vicepresidente de la Comisión Provincial de Monumentos y participó en diversas iniciativas para la protección del patrimonio de Cantabria, la documentación de los bienes arquitectónicos o muebles de la región y la creación de un museo provincial en el que albergar los objetos que recibía la Comisión.