Santander (EFE).- Hace 25 años que tres entidades cántabras se unieron para desarrollar el proyecto “Inicia”, un programa de orientación y apoyo a la inserción sociolaboral de personas con problemas de salud mental que, a día de hoy, ha ayudado ya a más de 3.600 ciudadanos.
Dirigido a personas que tengan algún problema de salud mental pero sin conductas adictivas o disruptivas, que estén en edad laboral y en situación de desempleo, el proyecto ofrece orientación y apoyo a través de talleres de rehabilitación, orientación y prospección laboral o seguimiento psicológico y atención a familias.
La psicóloga de Padre Menni y coordinadora del proyecto, Celia Baños, explica a EFE que las personas llegan al programa a través de un informe de derivación que rellena un psiquiatra, psicólogo o trabajador social, que considere que “Inicia” puede beneficiar a ese paciente y que cumple con los criterios para formar parte del proyecto.
Una evaluación para fijar el apoyo
Tras esa derivación, se realiza una primera evaluación tras la que determinar los apoyos que va a necesitar la persona de las áreas que dispone el proyecto: rehabilitación laboral u orientación laboral y, en ambos casos, para acceder a una bolsa de empleo propia del proyecto.
La rehabilitación laboral es una formación previa para adquirir habilidades de trabajo a través de talleres que simulan entornos laborales, mientras que en la orientación se enseña a buscar empleo y a afrontar entrevistas o hacer el currículum.
Y, de manera paralela, los usuarios cuentan con recursos de acompañamiento terapéutico, intervención familiar o dinamización comunitaria.
El proyecto “Inicia”, que está financiado por el Gobierno de Cantabria y que desarrollan de manera conjunta las entidades Amica, Ascasam y el centro hospitalario Padre Menni, es el único programa de inserción laboral para personas con problemas de salud mental en la región.
Reducir estigmas
Su coordinadora destaca la importancia de este proyecto porque abarca diversos aspectos que benefician tanto a la población diana como a la sociedad en general, ya que permite reducir el estigma y favorece la inclusión social, la autonomía y el empoderamiento.
“Un proyecto de inserción laboral para personas con problemas de salud mental en Cantabria y en cualquier lugar es esencial para promover la equidad, la inclusión y el bienestar tanto a nivel individual como de comunidad”, asegura.
Atención a 250 personas al año
Desde 2018 el número de personas que han participado en este proyecto ha ido aumentando, siendo mayor tras la crisis sanitaria del coronavirus, atendiendo a una media anual de 250, la mayoría con esquizofrenia o trastorno de personalidad.
En cuanto a las inserciones laborales, Baños ha apuntado que 54 personas fueron contratadas en algún momento del 2022, mientras que en 2023 ya se han realizado 90 gestiones de ofertas de empleo.
