Santander (EFE).- El perfil de la precariedad laboral en Cantabria es el de una mujer joven con empleo a tiempo parcial, según se desprende de un informe sobre la evolución de la mujer en el mercado laboral de Cantabria elaborado por CCOO.
El estudio, que advierte de un aumento de la brecha salarial de género hasta el 26,5 por ciento entre 2020 y 2021, lo han presentado este miércoles en rueda de prensa la secretaria general de CCOO en la región, Rosa Mantecón, y el economista del sindicato Raúl Fernández.
Mantecón ha lamentado que, a pesar del buen funcionamiento de la economía y el empleo, los hombres salen “mejor parados” que las mujeres y las brechas laborales se acentúan.
Existe una brecha de género “muy considerable” en las jornadas a tiempo parcial. En 2023, un 21,05 % de las mujeres de la región tenía este tipo de jornada, frente al 5,55 % de los hombres.
La temporalidad también sigue “golpeando en mayor medida” a las mujeres, advierte CCOO, porque a pesar de la reducción durante el 2023, la tasa de temporalidad de las mujeres fue del 20,2 %, frente al 11,9 de los hombres, una bajada del 0,3 % en el caso de ellas y un 3,65 % en el de ellos que eleva la brecha 3,65 puntos.
La participación de las mujeres en los distintos sectores es “determinante”, con el 88,9 % del total de las ocupadas de Cantabria trabajando en el sector servicios, donde además son mayoritarias, con un peso del 56,3 %.
“No podemos obviar que se trata de un sector caracterizado por un menor reconocimiento social y salarial y con condiciones de precariedad laboral en muchos casos”, añade el informe. Por el contrario, en sectores como la industria o la construcción su papel es mucho menor, con un 22,8 y 10,3 %, respectivamente
Además, la brecha salarial también se refuerza por la desigualdad que soportan las mujeres “antes, durante y tras” su trayectoria profesional y laboral, fruto de “la división sexual del trabajo” y los roles de género que adscriben “casi en solitario” la responsabilidad de los cuidados a las mujeres, subraya el informe.
“Esta distribución desemboca en menores retribuciones al final de la vida laboral de las mujeres”, apunta el estudio de CCOO, que, además de focalizar esfuerzos en los aumentos salariales y en la reducción de la jornada a 37,5 horas, demandará más reconocimiento al trabajo en los sectores más feminizados y políticas que impulsen la corresponsabilidad.
5.700 euros de diferencia
El salario medio de las mujeres de Cantabria se situó en 2021 en 21.532 euros, por lo que tendría que aumentar un 26,5 % para equipararse al de los hombres.
La diferencia entre el sueldo medio de hombres (27.233 euros) y mujeres ascendió en 2021 a 5.700 euros.
En comparación con la media estatal, Cantabria es la cuarta comunidad autónoma con mayor brecha de género, cuatro puntos por encima de la media estatal.
La mitad de las mujeres gana en Cantabria menos de 18.036 euros y el 10 % menos de 8.290, mientras que el 10 % recibe casi 40.000 o más.
Entre 25 y 34 años
Por tramos de edad, la brecha salarial se incrementa conforme aumentan los años. En Cantabria, la brecha de las personas comprendidas entre los 25 y 34 años se sitúa en el 7,2 %, alcanzando el 32,4 % en las personas de más de 55.
No se cumple la Ley de Igualdad
El techo de cristal, indica el estudio, sigue impidiendo el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad. Solo el 3,2 % de las mujeres llega a puestos de dirección y gerencia, frente al 4,9 %.
Además, aunque la Ley de Igualdad de la región, aprobada en 2019, exige una representación equilibrada en los consejos de administración de las entidades públicas, en Cantabria “este principio no se cumple” en ninguna de las empresas públicas de Cantabria y solo en Cantur hay una mujer de directora, agrega el informe.
El hogar, principal causa de inactividad
La principal causa de inactividad en las mujeres son las labores del hogar, con un 39 por ciento, muy por encima del 4,9 % de los hombres.
En el caso de los hombres, la principal razón de inactividad es la jubilación, un 58 %, frente al 36 por ciento de las mujeres.
Además, durante 2022, ocho de cada diez excedencias voluntarias por el cuidado de familiares fueron de mujeres, que asciende a nueve de cada diez en el caso del cuidado de menores.
