Astillero (EFE).- El ex futbolista y ex entrenador del Racing de Santander y del Sporting de Gijón, Manolo Preciado, ya tiene su busto en el Parque de La Planchada de Astillero, su pueblo, que ha sido descubierto en un acto este sábado, doce años después de su fallecimiento.
En el acto han estado presentes el alcalde de Astillero, Javier Fernández Soberón; Manolo Higuera, presidente del Real Racing Club; Roberto Canella, representante del Real Sporting de Gijón; su hijo Manu Preciado; y el presidente de la Peña San José 1913, Daniel Méndez.
Fernández Soberón ha asegurado que el homenaje “hace justicia” a la figura de Manolo Preciado porque, pese a que hace doce años que falleció y le nombraron hijo predilecto del pueblo, el astillerense tenía ese “debe” por la “admiración que todo el mundo le tiene”.
“La idea surge porque la Peña San José 1913 tiene clavado en el corazón la importancia del racinguismo y de Manolo. En las reuniones que hemos tenido siempre han estado remarcando la necesidad de buscar un rincón para visibilizar la figura de Preciado”, ha dicho.
Además, el alcalde ha reconocido que “trasteando” un día por los despachos del Consistorio descubrieron un busto del exfutbolista, creado por un vecino del pueblo, y es el mismo que hoy está puesto en el Parque de La Planchada, ya que su autor lo cedió al Ayuntamiento.
El busto tiene en los laterales los nombres de Manolo Preciado y de Astillero, que se iluminarán todas las noches.
Una figura icónica para el Racing
Manolo Higuera ha asegurado que, para el Racing de Santander, Preciado es una figura “icónica” y que, con Nando Yosu y Santi Gutiérrez Calle, son las tres personas con las que todo el racinguismo “se siente representado”.
“Manolo fue una figura esencial en el Sporting de Gijón pero en el Racing es una figura icónica. Yo no entiendo el Racing sin Preciado. A nivel personal estoy muy emocionado, tengo presente a Manolo como si fuera hoy, fue mi amigo, una persona absolutamente transcendente en mi vida”, ha concluido.
Canella ha agradecido el poder estar presente en el homenaje, en representación del Sporting de Gijón, y ha afirmado que, para él, Manolo Preciado fue como “un segundo padre” porque le dio la oportunidad de jugar en primera división en el equipo de su “vida” y, por ende, ser futbolista.
“Tenía unos principios que no se los he visto a nadie o casi nadie como entrenador. Creo que ha sido una persona muy querida en Gijón, en todo Asturias y en España. Preciado a Gijón llevó una ilusión enorme porque el sportinguismo estaba de capa caída cuando él llegó y consiguió que la gente se vuelva a ilusionar”, ha apostillado.
No se lo creería
Su hijo Manu ha destacado que, para él y su familia, tener un busto de su padre en El Astillero es “la leche” y que, probablemente, Preciado “ni se lo creería” y estaría “flipando”. “Mi hija siempre le lleva dibujos a la estatua de Gijón y ahora tenerlo tan cerca para ella es un lujo”, ha concluido visiblemente emocionado.
Daniel Méndez ha dicho que la peña se fundó un año después del fallecimiento de Preciado y, desde el inicio, su figura “siempre ha estado muy presente” en las banderas porque era un “astillerense de pro que nunca ha renegado de sus orígenes”.
Empezó en el Racing
Manuel Preciado Rebolledo, nacido en El Astillero, el 28 de agosto de 1957, empezó su carrera como futbolista en el Racing (1978-1982) y, después, pasó por las filas del Linares (1982-1984), Mallorca (1984-1985), Alavés (1985-1986), Ourense (1986-1987) y Gimnástica de Torrelavega (1987-1992).
Tres años después de su retirada, fue la Gimnástica el que le dio la oportunidad de debutar como entrenador, en Tercera División, gesto que Preciado agradeció logrando ese mismo año el ascenso.
Al año siguiente haría lo propio con el Racing B, para acabar entrenando al primer equipo en la temporada 2003-2004, pero aquel proyecto en el que Preciado iba de la mano de Quique Setién, entonces director deportivo del Racing, duró unos meses porque llegó al club el empresario estadounidense de origen ucraniano Dimitri Piterman, lo que provocó la salida de ambos técnicos cántabros.
Tras salir de su “casa”, Preciado fichó por el Levante, con el que esa misma campaña (2003-2004) conseguía el primero de los dos ascensos que ha logrado a Primera División, ya que tres campañas más tarde, después de recalar en el Real Murcia y de nuevo en el Racing, Preciado devolvía al Sporting de Gijón a la máxima categoría del fútbol español.
Preciado falleció en Valencia, el 7 de junio de 2012, horas antes de su presentación como técnico del Villarreal, al que llegaba con el objetivo de devolver al ‘submarino amarillo’ a Primera División.
