Vecinos de Viérnoles en el taller de confección en el que se están renovando los trajes de los picayos. EFE/ Javier G. Paradelo

Recuperan la esencia del traje de los picayos para ajustarse a la tradición de este baile

Viérnoles, 4 abr (EFE).- Los picayos, el baile tradicional con el que los vecinos de Viérnoles honran a su patrón, es un factor de identidad de esta pedanía de Torrelavega desde hace siglos que ahora buscan recuperar la esencia de los trajes para ajustarlas a la tradición.

La vestimenta que se ha usado en las últimas décadas está siendo “reacondicionada” en un curso gratuito promovido por la Junta Vecinal, y se aprovecha para sustituir y hacer más tradicionales los viejos trajes regionales de la Sección Femenina de Falange.

El artesano Aurelio Vélez, que coordina el taller, se ha puesto al frente de un grupo de vecinas y vecinos para coser esta indumentaria siguiendo el modelo que quedó establecido tras la Fiesta Montañesa del 12 de agosto de 1900, presidida por José María Pereda y Marcelino Menéndez Pelayo.

Un trabajo infinito

En una entrevista con EFE, Aurelio Vélez explica que éste será “el primer paso” para que en el futuro los picayos de Viérnoles sigan haciendo sus trajes todavía más tradicionales, pues los fijados en 1900 incluían modificaciones sobre el que antaño usaban mozas y mozos.

Camisa de lino con los puños muy fruncidos, botones de hilo hechos a mano, una saya de bayeta colorada con cintas de terciopelo, pañuelo al cuerpo y pañuelo a la cabeza son las principales características de los trajes que se están confeccionando siguiendo el modelo de 1900.

De cara al futuro ya se tiene previsto incorporar más tonalidades al traje, sobre todo el azul, y también añadir la saya y el refajo tradicional, así como un justillo de terciopelo para recuperar aquellos trajes que se pudieron ver en las romerías de mediados y finales del siglo XIX.

Aurelio Vélez asegura que el trabajo para confeccionar uno de estos trajes “es infinito” debido a la gran cantidad de detalles en los adornos y el tipo de traje, aunque el tiempo mínimo puede estar por encima de las 200 horas.

Más de un siglo de historia

El portavoz de la Junta Vecinal de Viérnoles, Gonzalo Poyatos, detalla a EFE que la primera referencia documental localizada sobre la historia de la agrupación de danzantes y músicos ataviados con trajes tradicionales en esta pedanía data de 1918, en un concurso de bailes organizado con motivo de las fiesta de la Asunción.

No obstante, los picayos y su baile al santo son muy anteriores y se han mantenido durante este tiempo como seña de identidad del pueblo, y por ello es raro que existan familias donde alguno o varios de sus miembros no haya pertenecido a la agrupación.

Poyatos recuerda que hay constancia de que mozos y mozas han bailado durante décadas tras la misa de San Jorge (23 de abril), primero con la vestimenta ‘de domingo’ y luego con unos trajes que, en los años 50 y 60 del siglo pasado, fueron sustituidos por otros bastante alejados de la tradición.

Durante más de un siglo, la agrupación de picayos ha mantenido las actuaciones de Viérnoles y también ha participado en infinidad manifestaciones folclóricas por toda la región, en especial en Reinosa, Cabezón de la Sal o Santander.

Tras décadas de actividad, la tradición de los picayos fue decayendo hasta que hace 10 años se reactivó por parte de la Junta Vecinal con la publicación de un libro sobre este baile y la ampliación del repertorio.

A la par vendrían la creación de un grupo de pandereteras y pandereteros y de un grupo infantil y juvenil de picayos, y ahora se cierra el círculo de la recuperación de la esencia con la confección de nuevos trajes más ajustados a la tradición de un baile que los habitantes de Viérnoles no quieren perder.

Autor: Javier G. Paradelo