Pilar Palazuelos
Santander (EFE).- El empeño del Ayuntamiento de Piélagos y de sus productores de integrarse en la Mancomunidad de los Valles Pasiegos ha originado polémica y encendido el debate: ¿hasta dónde llegan los confines pasiegos?, ¿se es pasiego sólo por vivir junto al río Pas, que desemboca en Mogro?, ¿tener algún apellido de origen pasiego te identifica como tal?… La discusión la han abierto en este municipio que quiere ser pasiego.
Piélagos es uno de los mayores y más extensos municipios de Cantabria, desde el interior a la costa, y tiene más de 26.000 habitantes. Está junto a Santander y su bahía, pero también tiene la ría donde desemboca el Pas, que nace en los Valles Pasiegos.
Esta semana el pleno del Consistorio ha aprobado pedir la adhesión a la Mancomunidad de los Valles Pasiegos por la mayoría de 13 votos a favor (PP, AVIP y Vox) frente a 5 en contra (PSOE y PRC). En la sesión el equipo de gobierno (PP) defendió la propuesta, que considera “positiva” y que responde a lo que piden los productores establecidos en el municipio.
Sin embargo, buena parte de la oposición -todos los grupos, exceptuando Vox-, desconfía de esta idea. Los socialistas y los regionalistas son los que van más lejos: la tildan de “absurda” y creen que no tiene sentido y que seguir adelante puede generar expectativas que no se van a cumplir, en línea con lo que defienden quienes lideran la Mancomunidad de los Valles Pasiegos.
El alcalde, Carlos Caramés, responde a esas críticas diciendo que el motivo de la solicitud de adhesión parte de la escucha a una propuesta de los productores del municipio y que se trata de “buscar sinergias” y de que todo el mundo gane.
El porqué de unirse a la mancomunidad
Son varias las razones que el equipo de gobierno de Piélagos aduce para haber llevado esta propuesta de adhesión al pleno. La primera y principal, que quieren dar gusto a productores del municipio, que así lo han pedido.
Pero ¿por qué puede ser bueno para estos productores agroalimentarios? Lo que se ha argumentado es que estar dentro de la mancomunidad da la oportunidad de acceder a la marca registrada de producto pasiego y a las ayudas europeas Leader, enfocadas al desarrollo del mundo rural.
No obstante, tanto la oposición de Piélagos como los responsables de la mancomunidad niegan que eso sea posible. Las ayudas y la marca, aseguran, las gestiona otra entidad distinta, el grupo de acción local, por lo que esa entrada no supondría en la práctica y de forma automática esas ventajas ansiadas, según sus argumentos.
Otras razones que se esgrimen son de tipo identitario y cultural. Entienden quienes están por la adhesión que Piélagos, bañado por el río Pas, tiene todo el derecho de estar dentro de la mancomunidad pasiega. Se sienten oriundos y apegados a la Pasieguería.
Y señalan así al gran número de vecinos con apellido, ancestros y orígenes pasiegos.
“Una vieja reivindicación”
Jesús Gómez, gerente de la Sidrería Somarroza, que se encuentra en Renedo de Piélagos, es uno de esos productores que promueve esa adhesión y que ha “empujado” para que se solicite.
Este productor ha manifestado a EFE que ésta es “una vieja reivindicación” de muchas personas del municipio. “Se trata de poner las cosas en su sitio. Piélagos es pasiego, no puedes excluir a la mitad del Valle (pasiego) fuera de la mancomunidad. Este municipio es el que tiene más pueblos de todos y no es justo que se nos deje fuera”, ha recalcado.
Este productor ha asegurado que en Piélagos son muchos los que no se identifican “para nada” con la asociación a Santander o a la bahía. “Yo no entiendo ese afán de meternos en las faldas de Santander. No me identifico ni con Santander ni con Torrelavega”, aduce.
“Desvirtuar” lo pasiego
El presidente del grupo de acción local Valles Pasiegos y alcalde de Villacarriedo, Ángel Sainz, afirma sin embargo que esa petición de integrarse en la mancomunidad supone “desvirtuar” la comarca pasiega, que está “muy bien definida”, con los 16 municipios que integran el grupo de acción local, entre los que no está Piélagos.
Los municipios que forman parte de la comarca son además en su mayoría núcleos pequeños, a los que “les hacen falta ayudas” para su desarrollo y tratar de evitar el éxodo de habitantes. “Meter a Piélagos es perder dinero público y perder subvenciones”, agrega este alcalde.
Y se refiere como ejemplo a “pequeños ayuntamientos” pasiegos de montaña, como Luena o San Roque de Riomiera, que tienen una población que ronda los 600 y los 350 habitantes, respectivamente, y que “están con riesgo de despoblamiento”, que “Piélagos claramente no tiene”.
“No sé quién es la cabeza pensante de meter a Piélagos y sobre todo para qué”, subraya.
Sainz advierte además de que “una cosa es la mancomunidad y otra el grupo de acción local”. El grupo de acción local es el que gestiona los fondos europeos Leader y la marca y el sello de calidad, y lo forman los ayuntamientos y entidades y asociaciones de la zona. “En Piélagos no van a poder usar ese sello nunca”, asegura.
Puntualiza que no están en contra de Piélagos ni de su alcalde. “Eso que quede claro, pero sí nos oponemos a que un municipio como Piélagos, con 26.000 habitantes, 6.000 más que toda la mancomunidad, quiera integrarse en ella. No tiene ningún sentido”, dice.
Esperar la respuesta
Por el momento, la pelota está en el tejado de Piélagos, que ha de formalizar esa petición aprobada en pleno de integrarse en la Mancomunidad de los Valles Pasiegos.
A partir de ahí, resta esperar respuesta de la mancomunidad, que deberá debatir la solicitud y decidir, aunque por el momento alguno de los que ya están dentro no parece muy proclive a aceptar más socios.
