Santander (EFE).- La Consejería de Educación ha vuelto a reunir en el Parlamento a representantes de toda la sociedad de Cantabria para rendir homenaje a los más de 200 docentes que se jubilaron el curso pasado y vivieron las dificultades de la pandemia en sus últimos años en las aulas.
El presidente del Gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, que ha cerrado el acto del Día Docente, les ha agradecido su “comportamiento casi heroico” en los años del covid, en los que “la educación ha sido un refugio, el lugar más seguro que ha habido en Cantabria”.
“Como en los últimos años, a vosotros os debemos ese agradecimiento doble: por una vida dedicada a las aulas y por un esfuerzo adicional tan importante, el de los últimos cursos”, les ha dicho la consejera de Educación, Marina Lómbó.
En nombre de los docentes que se han jubilado, han intervenido María Elena Vellido y José Nicasio Sánchez, que ha recordado que los docentes de su generación han vivido varias revoluciones en las aulas desde los ochenta.
El acto ha sido presentado por alumnos de Primaria, Secundaria, Educación Especial y Formación Profesional y entre otros invitados, además de representantes de toda la comunidad educativa, han asistido el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zulaoaga, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones; la alcaldesa de Santander, Gema Igual y otras autoridades civiles y militares.
La música la han puesto los alumnos del Conservatorio Profesional de Torrelavega y las voces de los niños del Colegio Salvador de Barreda, que han interpretado “Viento del Norte” para despedir el acto.
Compromiso con la educación
Durante la clausura, el presidente ha defendido que la educación es el problema más importante del mundo. “Es la falta de educación la que origine el extremismo, el fanatismo lo que hemos vivido estos días. La educación es la clave para hacer un mundo mejor”, ha dicho.
Y, según Revilla, el Gobierno de Cantabria está haciendo “un esfuerzo extraordinario para llevar a la práctica la teoría”, dedicando por ejemplo los primeros 35 millones de euros de los fondos europeos al sistema educativo o aumentando el presupuesto que le dedica hasta los, 623 millones de euros en 2023, que son 130 más que el año anterior.
El presidente ha destacado además que, según los datos del Ministerio de Educación, Cantabria “está a la cabeza prácticamente en todo”.
Un momento especial
Para la consejera de Educación, el Día del Docente, que ha vuelto a celebrarse después de tres años en su escenario y formato tradicionales, es, después del primer día de clase, el segundo momento especial del curso, una jornada para recordar “la aportación imprescindible, irremplazable y primordial de los docentes a nuestra sociedad”.
“Tenemos un sistema educativo del que sentirnos orgullosos”, ha subrayado Lombó, quien ha añadido que el sistema educativo “atiende hoy más y mejor las necesidades de nuestro alumnado y se adapta a las necesidades de una sociedad compleja y en constante cambio” y el Gobierno le dedica “cada año un presupuesto sustancialmente mayor que el ejercicio anterior, conscientes de que la única opción es la mejora constante”.
La vicepresidenta del Parlamento, Emilia Aguirre, que ha hablado en nombre de la Cámara, ha recordado que las escuelas han cambiado mucho pero lo que no cambia es el maestro, que con las nuevas herramientas “sigue haciendo lo de siempre: enseñar”.
Su misión, ha afirmado, es que los alumnos “lleguen a ser personas educadas en los buenos sentimientos, en la dignidad ética y sobre todo, en el compromiso con la sociedad”.
Docentes jubilados
María Elena Vellido se ha jubilado después de ejercer durante 44 años en el Colegio La Milagrosa de Polanco, lo que le ha permitido conocer muy bien el entorno de sus alumnos y ha propiciado “un trato casi familiar” que cree que le ha ayudado a dar la mejor respuesta a las necesidades de los estudiantes.
Ha animado a los docentes que siguen en ejercicio a que “se mantengan fuertes, que no decaigan en su tarea” cuando, a su juicio, parece que se han “dejado de lado algunos principios y valores” como el respeto, la libertad, el perdón o el sacrificio, que “son los que fomentan el crecimiento personal y ese comportamiento repercute en la sociedad”.
“El maestro, y lo digo con mayúsculas, debe ser la persona que proporcione las estrategias necesarias para alcanzar el mejor rendimiento personal posible”, ha reivindicado.
José Nicasio Sánchez, que en sus 40 años dedicados a la docencia ha dado clase en diferentes ámbitos, desde una escuela unitaria en Ucieda a la UNED, ha repasado los cambios a los que ha tenido que adaptarse una genarición de maestros que “ha vivido muchas revoluciones”.
En su caso ha recordado cómo en el 84 llegó la luz a Pandillo y pudo entrar la primera tecnología en las aulas, la incorporación después de los ordenadores y más adelante las pizarras digitales.
También ha destacado la contribución de esa generación “a la auténtica atención a la diversidad”: la integración en los ochenta, después la inclusión, el multiculturalismo y la inmigración.
Y cree que tanto proceso de adaptación les ayudó a que el lunes siguiente al decreto de confinamiento todo el alumnado tuviera ya materiales con los que trabajar en sus casas.
