El Museo Marítimo de Cantábrico reabrirá en abril el restaurante de su azotea, con terraza y vistas panorámicas de la Bahía de Santander, coincidiendo con la próxima Semana Santa, según ha anunciado el vicepresidente de Cantabria y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga.
Tras una inversión de 1,3 millones de euros y más de un año de obras para acabar con las filtraciones y goteras del edificio, el Museo Marítimo sumará a su oferta este nuevo espacio que funcionará como un atractivo turístico y cultural más de Santander.
Zuloaga ha explicado, durante la visita a las obras, que la intención es buscar la fórmula para vincular la entrada a la terraza y al restaurante con el museo porque el objetivo es que “vengan más visitantes y se involucren en la preservación de la vida oceánica”.
Unas vistas extraordinarias
“Invertir en mantener en buen estado de conservación las instalaciones del Museo Marítimo es un activo para Cantabria para generar economía y empleo, y sobre todo para poner en valor una infraestructura como esta, que ha acompañado la historia de nuestra tierra durante 40 años y que ahora va a permitir a los visitantes y cántabros disfrutar de las extraordinarias vistas de las bahía con absoluta mejora”, ha añadido.
Según Zuloaga, estas obras se pueden llevar a cabo gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de Santander para poder consolidar el edificio en el plano urbanístico de la capital cántabra.
Las obras garantizarán la estanqueidad de la cubierta, que tenía “grandes problemas” de filtraciones que se “acrecientan” por problemas de conservación, y con la rehabilitación se va a conseguir recuperar el espacio de hostelería que había en la tercera planta.
En concreto, las actuaciones que se están desarrollando consisten en la construcción de una nueva cubierta, el cerramiento exterior de la segunda planta del edificio, la reforma interior de las instalaciones, acabados y mobiliario y la adecuación de la terraza exterior.
El museo más visitado
El proyecto diseñado se adapta a la morfología del edificio y permitirá reemplazar los elementos cuyo estado de deterioro o incompatibilidad hacen necesaria su sustitución.
También busca vincular los espacios interiores con los exteriores que se generan alrededor, incluida la terraza, desde la que disfrutar de unas privilegiadas vistas.
Zuloaga ha recordado que el museo, que cuenta con 40 años de historia, es el más visitado de Cantabria y su principal motor es la difusión del patrimonio del mar y la necesidad de conservación.
