Celia Agüero Pereda.
Revilla de Camargo (EFE).- Panes, roscones, pastas, tartas o mermeladas son algunos de los productos artesanos que se elaboran desde hace una semana en el recién inaugurado obrador “El Lambión” en Revilla de Camargo, con el que la empresa Incluye Cantabria busca dar una oportunidad laboral a jóvenes en riesgo de exclusión social.
Este proyecto ha tardado tres años en dar sus frutos, pero se ha logrado con la creación de la empresa de inserción social Incluye Cantabria, de la Fundación Cuin, encargada de tutelar jóvenes con situaciones complejas en su familia o que hayan cometido delitos menores.
Esos jóvenes son su objetivo y su reto ofrecer una respuesta a esos chavales que alcanzan la mayoría de edad y se quedan sin ayuda.
Tres décadas de trabajo con jóvenes
“La realidad es que hemos visto durante estos casi 30 años que llevamos trabajando desde la Fundación Cuin que existe una dificultad bastante importante a la hora de que nuestros chicos encuentren trabajos dignos, en buenas condiciones y duraderos”, ha explicado, en una entrevista con EFE, el director general de la entidad y responsable de Incluye Cantabria y el obrador “El Lambión”, Pedro Tresgallo.
Cuenta que la fundación apoya a niños y jóvenes que tienen que salir de sus domicilios por circunstancias socioeconómicas o de cualquier otro tipo.
Esos chicos, bajo la tutela del Gobierno de Cantabria, viven en alguna de las siete casas que tiene la fundación en diversos municipios de la comunidad autónoma.
El perfil de estos jóvenes, según explica Tresgallo, es de un chico con poca formación y, en muchos casos, sin ilusión, que antes de los 21 años -la edad máxima en la que pueden estar en la fundación- tiene que independizarse y disponer de un lugar donde vivir, pero que no dispone de “la preparación adecuada” para ello.
Una ‘aventura’ por la inserción laboral
Ante esa situación, la entidad decidió emprender la aventura de crear Incluye Cantabria, reconocida por el Ejecutivo cántabro como empresa de inserción laboral.
“Nosotros por nuestra propia historia y por nuestra propia misión centramos mucho el foco en los jóvenes, pero realmente en esta inserción puede trabajar cualquier persona que este en riesgo de exclusión y esté valorada como tal por los Servicios Sociales”, precisa Tresgallo.
Ahora en el obrador “El Lambión” son dos los jóvenes que han empezado a trabajar junto a una maestra pastelera y una técnica que los va formando a la vez, aunque Tresgallo asegura que les gustaría generar tantos empleos como para que no hubiera personas en situación de exclusión social que cubrirlos.
El beneficio empresarial que busca Incluye Cantabria y el obrador es contar con esos puestos de trabajo y mejorar la calidad de vida de las personas que más lo necesitan.
