Albacete (EFE).- El jurado popular ha declarado a J.R.N. culpable de acabar con la vida, efectuando dos disparos, de otro hombre en Almansa, al que encontraron en la bañera de un piso de su propiedad mes y medio después de los hechos.
También lo han considerado culpable de un delito de tenencia ilícita de armas, al haber cogido un arma de su padre, sin tener permiso para ello, con la que causó la muerte a la víctima.
Así lo han dado a conocer este miércoles el jurado al exponer el veredicto, tras haber comenzado a deliberar este martes después de un juicio que comenzó el 20 de noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete.
La fiscal, que este martes había rebajado su petición de cárcel a 17 años y medio por el delito de asesinato, ha pedido este miércoles que sea de 15 años menos un día, mientras mantiene la petición de 10 meses de cárcel por el delito de tenencia ilícita de armas.
El abogado de la acusación particular ha pedido que se imponga “la pena máxima posible por el delito de asesinato” y el de la defensa, “que se aplique la pena mínima posible”.
Los hechos ocurrieron el 1 de agosto de 2018
El escrito del fiscal explica que el 1 de agosto de 2018, la víctima concertó una cita con el ahora condenado, por teléfono, y quedaron en verse en un piso propiedad del encausado en Almansa, aunque no era su residencia habitual.
El fiscal considera que el acusado, con ánimo de acabar con la vida del fallecido, cogió del domicilio donde vivía con sus padres, también en Almansa, un arma carabina que era de su padre, quien desconocía que el acusado la había cogido.
En un momento no concretado de ese día, la víctima acudió al lugar en el que habían quedado, donde el fiscal expone que el acusado le estaba esperando con el arma en la entrada de la vivienda, “para acabar con su vida, de forma sorpresiva y sin que tuviera posibilidad de defenderse”.
El escrito detalla que “le causó la muerte de manera inmediata, por el impacto de dos cartuchos en la masa encefálica, que le causaron síntomas incompatibles con la vida”.
El cadáver de la víctima estuvo 40 días en una bañera
Tras dispararle, y siempre según el escrito de acusación, el acusado colocó el cadáver en la bañera de dicho inmueble, donde estuvo hasta que el presidente de la comunidad de vecinos, el 15 de septiembre de 2018, denunció en la Guardia Civil los malos olores e insectos que salían de esa vivienda.
Los agentes accedieron, esa misma tarde, al inmueble, con las llaves que les dieron los padres del acusado y encontraron el cadáver, que se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Habían pasado 40 días desde que su familia y amigos no sabían nada de la víctima, propietario de un negocio en Almansa, y habían activado un dispositivo de búsqueda para tratar de localizarlo.