La Audiencia Provincial de Ciudad Real acoge el juicio con jurado contra el acusado C.A.B.C. de dar muerte a Nancy Paola Reyes, su compañera sentimental en agosto de 2020, a la que asesinó en Santander cuando estaba embarazada y que después descuartizó. La Fiscalía pide 33 años y cinco meses de cárcel por los delitos de asesinato con alevosía, delito de aborto y profanación de cadáveres. EFE/Jesús Monroy/POOL

Un testigo afirma que el acusado dijo que habían matado a Nancy Paola y su hijo en EE.UU.

Ciudad Real (EFE).- Un camarero, que ha comparecido como testigo en el juicio con jurado que se celebra en Ciudad contra la C.A.B.C., acusado de matar en Santander a su pareja Nancy Paola Reyes cuando estaba embarazada, ha declarado que el procesado le dijo que “habían matado a su mujer y su hijo en Estados Unidos”.

En la segunda sesión de la vista, que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, han comparecido varios testigos, entre ellos este camarero que trabajaba en un bar de Santander y mantuvo una pequeña conversación con el acusado en la medianoche del día 20 de agosto de 2020, en el que supuestamente se habría producido el asesinato por estrangulamiento de Nancy Paola Reyes.

Según este testigo, el procesado llegó a la puerta del bar para pedirle que le sirviera un whisky, pero se negó a servírselo puesto que estaba cerrando el local, pero el procesado insistió en pedirle que le sirviera una copa porque según le comentó “acababan de decirle que habían matado a su mujer y su hijo en Estados Unidos”.

Pero el camarero se negó a atender la demanda del procesado, que lo amenazó con “tirarle” la muleta que llevaba, ha relatado el testigo.

Declara la propietaria del piso donde vivió la pareja en Santander

También ha declarado por videoconferencia, desde Santander, la propietaria del estudio alquilado en el que estuvieron viviendo unos días, el acusado y Nancy Paola Reyes, que ha relatado que encontró el piso lleno de basura, comida podrida, botellas y otros restos de suciedad, cuando entró por primera vez después de que los inquilinos le devolvieran las llaves a su hermana.

Asimismo, ha explicado que encontró en el apartamento una maleta abierta con ropa desordenada, calzado y un bolso de mujer, que era el que llevaba Nancy la primera vez que vio a la pareja cuando entraron a vivir y que guardó en un garaje por si se lo reclamaban.

“Aquello estaba hecho una porquería, con una maleta desvalijada. Daba la impresión de que habían salido corriendo de allí”, ha afirmado esta testigo, aunque ha reconocido que cuando entró en el piso después de que le entregaran las llaves a su hermana no vio nada visible que le hiciera sospechar de “esa atrocidad”.

Además, ha señalado que echó en falta en la vivienda sábanas, varias alfombras y un edredón, y ha aclarado que no era de su propiedad una garrafa grande de lejía, que apareció tras la primera inspección policial.

Otros testigos declaran que vieron a la pareja en Santander

Durante la segunda sesión del juicio con jurado han declarado dos familiares de la casera del piso, una vecina del inmueble, el fontanero que entró a arreglar junto al hijo de la inquilina una fuga de agua en el piso y otra camarera de Santander, si bien, sus testimonios solo han confirmado que vieron a la pareja en la viviendo.

E igualmente ha comparecido un amigo de la madre del acusado, vecino de Ciudad Real, que ha negado que cuando los hermanos de Nancy acudieron al piso de su amiga para llevarse los enseres de su hermana, hubiera presenciado que ésta se arrodillara llorando ante ellos pidiendo perdón por la muerte de Nancy, como aseguraron este lunes en la vista.

El juicio continuará este miércoles con más prueba testifical y la intervención de los primeros policías que acudieron al piso a realizar la primera inspección ocular.