Una sentencia condena al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a pagar una indemnización de 5,2 millones de euros, la mayor en la historia de las negligencias médicas en España, por una negligencia médica en un parto. EFE/Jesús Monroy

Indemnización de 5,2 millones por las lesiones en un parto en Valdepeñas

Toledo (EFE).- Un acuerdo de la acusación particular con la compañía aseguradora del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha posibilitado que se haga firme la sentencia que condena al Sescam a pagar 5,2 millones a los padres de una niña con graves lesiones a raíz del parto y que pronto cumplirá diez años.

Según la sentencia y los acuerdos alcanzados por las aseguradoras, facilitados por la asociación El Defensor del Paciente, la condena penal al Sescam se convierte en la mayor cuantía de la historia en materia de negligencias médicas en España.

La familia víctima de este caso, que ocurrió en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real) ha recibido ya la cuantía de 4,9 millones de euros y solo quedan pendientes de abono las costas del proceso.

Ocurrió el 14 de marzo de 2012

Los hechos denunciados se remontan al 14 de octubre de 2012, cuando la mujer embarazada acudió al Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas por encontrarse con síntomas de parto, tras haber tenido una gestación normal y haber resultado normales todos los controles previos del que era su tercer parto, después de dos hijos que nacieron completamente sanos.

Durante el control de la evolución del parto, la matrona decidió prescindir de una de las dos cinchas que se utilizan para la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal y el control de la dinámica uterina del sistema “eco-doppler”, que tiene por finalidad la detección de los signos precoces indicativos de una posible pérdida de bienestar fetal, y esa decisión impidió que se controlase de manera efectiva la situación física del feto.

El abogado de la familia ha resaltado que tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardíaca del feto, ni a las nueve anotaciones de bradicardia que quedaron impresas en dicha tira, lo que supone descensos de la frecuencia cardíaca fetal, “claras e inequívocas señales de alarma en la evolución de ese período de parto”.

De hecho, las sentencias reconocen que, pese a estas “claras e inequívocas” señales de alarma en la evolución, tanto el ginecólogo como la matrona, “con un proceder absolutamente negligente”, no adoptaron las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, en orden a la finalización del parto y evitación de un sufrimiento fetal irreversible.

A raíz del “deficiente” control y seguimiento durante el período del parto, la recién nacida sufrió un grave y severo daño neurológico como consecuencia de la falta de oxígeno, causada por el descenso repetido y mantenido de la frecuencia cardíaca fetal.

En la actualidad, la menor, que cumplirá diez años el próximo día 14, sufre encefalopatía hipóxico-isquémica con parálisis infantil grave de predominio distónico, convulsiones y alimentación mediante PEG (sonda de gastrostomía endoscópica).

Ascensión Parra, la madre de Paula, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves. EFE/Jesús Monroy

La madre de la niña: No dudaría en cambiar la indemnización por la salud

Ascensión Parra, la madre de Paula, ha dicho este jueves en una rueda de prensa que no dudaría en cambiar la indemnización millonaria que la familia ha recibido por recuperar la salud de su hija.

La mujer, profundamente emocionada, ha contando cómo es el día a día de la familia desde que su hija quedó mal tras un parto en el que no fue atendida adecuadamente por un ginecólogo y una matrona del Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real) y que acabó ocasionando gravísimas lesiones a Paula.

Ha relatado cómo durante el parto los facultativos le dijeron que su hija venía con una vuelta de cordón umbilical, pero no hicieron nada para evitar que la niña sufriera y dejaron que naciera por parto natural.

Ello “le ocasionó graves” lesiones a su hija, que les hizo cambiar “radicalmente” la vida de la familia, “renunciando a poder hacer una vida normal”, ha explicado Ascensión Parra.

Y es que ha afirmado que la situación de Paula no sólo les afecta a ella y a su marido, sino también a sus oros hijos porque “en este tiempo han perdido su infancia, porque nunca, desde entonces, podemos dejar de estar con ella para darle los cuidados que necesita”.

Los médicos que le atendieron no le han pedido perdón

A preguntas de los periodistas, Ascensión Parra ha afirmado que en estos años ninguno de los dos facultativos sanitarios que la atendieron le han pedido perdón.

“Me da igual el perdón, sinceramente, pero me hubiera gustado que me hubieran dicho que no fue a propósito lo que sucedió, que fue una negligencia. No sé si hubiera podido perdonarles, porque sé que ellos sabían lo que estaba pasando, y no hicieron nada por evitar lo que finalmente pasó”, ha declarado.

Por su parte, la presidenta del colectivo La Asociación del Paciente, Carmen Flores, ha pedido que este tipo de sentencias conlleven la inhabilitación para los profesionales sanitarios y ha exigido a la justicia más agilidad a la hora de resolver estos casos.