Diablos, un Zangarrón y otras mascaradas saludan el año nuevo en Zamora


Zamora (EFE).- Diablos, Filandorras, Cencerrones o un Zangarrón son los estrafalarios personajes enmascarados que han dado este domingo la bienvenida al año nuevo en la provincia de Zamora, en la que se mantienen arraigadas escenificaciones con siglos de historia protagonizadas por máscaras.


En Montamarta, una de las paradas zamoranas de la Ruta de la Plata, quien no conozca estas tradiciones se ha podido llevar un buen susto al ver correr un personaje con máscara negra, orejas de liebre y un tridente en la mano, mientras que más al oeste de la provincia, los diablos que acechan a vecinos y visitantes con sus tenazas han protagonizado las mascaradas de año nuevo en Aliste.

Cambio de ciclo al arrancar la última hoja del calendario


En todas estas tradiciones confluyen ritos que escenifican el paso de la niñez a la edad adulto, la dicotomía entre el bien y mal o el cambio de ciclo que representa arrancar la última hoja del calendario.


En Montamarta, la tradición se representa no uno sino dos días y al igual que lo ha hecho este domingo por la mañana, el Zangarrón volverá a salir a las calles de este pueblo de la Tierra del Pan el próximo 6 de enero.


La diferencia entre ambas jornadas, además de ser otro el joven del pueblo que encarna el personaje, es que mientras el Día de Año Nuevo el Zangarrón ha portado una máscara de color negro, la del Día de los Reyes Magos es de color rojo.


También varían sus pantalones, con una pierna de color amarillo y otra marrón en el primero de los dos desfiles, pero mantiene comunes otras características como el pelo hecho con cintas de colores o el cinturón con tres cencerros que han sonado en las carreras que ha realizado mientras pedía el aguinaldo.


Uno de los momentos principales de la celebración se ha desarrollado en la ermita del Castillo, donde el Zangarrón ha permanecido fuera del templo durante la misa, para al finalizar el oficio religioso, acceder a la ermita entre reverencias y pinchar unos panes con su tridente para llevárselos al exterior, donde posteriormente los ha repartido entre los asistentes.

Pidiendo el aguinaldo


Las carreras del Zangarrón detrás de vecinos y visitantes a los que ha reclamado el aguinaldo han continuado posteriormente por las calles del pueblo.


Si en Montamarta ha sido solo uno el personaje enmascarado, a 50 kilómetros de allí, en Riofrío de Aliste, la escenificación ha estado protagonizada por una docena de personajes, incluido un muñeco que hace de bebé la Madama.


Divididos entre buenos y malos, con los Diablos y Filandorros por un lado y los Guapos por otro, los protagonistas de la mascarada de los Carochos de Riofrío de Aliste han dado cuenta de la variedad y riqueza de personajes de esta celebración.

Tradición en Zamora el 1 de enero de cada año. Miriam A. Montesinos

Máscaras y disfraces


Elementos comunes con ella mantienen las que se desarrollan también este 1 de enero en otras dos localidades vecinas pertenecientes al ayuntamiento de Riofrío de Aliste: Los Cencerrones en Abejera y los Diablos en Sarracín de Aliste.


Toda una variedad de escenificaciones que sirven para recibir el año con máscaras y disfraces que mantienen vivas las tradiciones en la provincia de Zamora. EFE