La presidenta de la Confederación de Empresarios de la Madera de Castilla Y León (CEMCAL) y propietaria de la empresa de servicios de madera y ebanistería Maderas García de la Cruz, Silvia García, durante una entrevista con la Agencia EFE en la localidad segoviana de Espirdo. EFE/Pablo Martín

La madera en Castilla y León, a la búsqueda urgente de un relevo generacional

Laura López | Segovia (EFE).- La nueva presidenta de la Confederación de Empresarios de la Madera de Castilla y León (CEMCAL), Silvia García, tiene entre sus principales retos el de impulsar, de manera urgente, la formación y el interés por esta industria entre los más jóvenes para paliar el gran problema de la falta de relevo generacional.


“Los carpinteros van a ser un lujo, van a poder hacer lo que quieran, cobrar lo que quieran, porque no hay”, ha comentado en una entrevista con la Agencia EFE la propietaria de la empresa de servicios de carpintería y ebanistería Maderas García de la Cruz, radicada en Espirdo (Segovia).

La presidenta de la Confederación de Empresarios de la Madera de Castilla Y León (CEMCAL), Silvia García, propietaria de la empresa de servicios de madera y ebanistería Maderas García de la Cruz, durante una entrevista con la Agencia EFE en la localidad segoviana de Espirdo. EFE/Pablo Martín

Relevo generacional


Ella heredó el negocio de su padre después de que este pasase de generación en generación desde que su bisabuelo lo fundó hace ahora cien años, como ocurre en muchas empresas del sector como aserraderos y carpinterías, y en oficios como hacheros o “motoserristas”.


“Cada vez los hijos tienen más estudios, se preparan más y se van fuera de los pueblos a Madrid o Valladolid y nos estamos quedando sin gente que quiera continuar con estos trabajos”, ha analizado la empresaria, quien reconoce que se trata de oficios “duros” pero como prácticamente cualquier otro en la actualidad.


Echan en falta cualquier perfil de los profesionales que intervienen “desde que se saca la madera en el monte hasta el producto final”: “Necesitamos gente profesionalizada y lo necesitamos ya”, ha insistido.

Reto demográfico


Desde el sector entienden este problema como una oportunidad vinculada al reto demográfico, al que se enfrenta el territorio por su “carácter rural” y su capacidad de fijar población: cerca del 50 por ciento de la industria en la comunidad se ubica en localidades de menos de 2.000 habitantes.


Se trata de un gran reto en un sector fundamental en Castilla y León, la segunda comunidad autónoma en producción de madera -solo por detrás de Galicia- y la de mayor superficie forestal certificada de España, con casi 727.400 hectáreas de bosque (el 33 por ciento del total nacional).


Con casi 2.000 empresas, 11.000 empleos directos y una cifra de negocio de 1.100 millones de euros, ahora el sector atraviesa las dificultades comunes a toda la industria, como el incremento “desproporcionado” del precio de los combustibles, de los costes de producción y de la energía.


“Es muy difícil repercutir el cien por cien de estas subidas a los precios finales y por eso en algunos casos se reduce la rentabilidad y, en otros, hasta se pone en peligro la continuidad de las empresas”, ha señalado la representante de los empresarios.

Confianza

Sin embargo, los que operan en el mundo de la madera tienen la confianza de que este se va a “recuperar” y que tiene “mucho futuro” porque se trata de un material que se produce en el entorno rural, es “ecológico” y ofrece mucha versatilidad.


Lo ha demostrado en los últimos años con la producción de “pellets”, que para muchos han sido una buena alternativa a la subida del precio de la luz y del gasoil, aunque también ha visto aumentado su precio, o con la demanda creciente de palés, fruto del auge del comercio electrónico.


García también ha detectado una tendencia cada vez más fuerte a la revalorización de los muebles artesanales y con madera de calidad, aunque para ello deberá solucionarse el problema de la inflación para las familias porque, si estas pierden valor adquisitivo, “lo último que se compran son lo muebles”.


Esta empresaria también se ha mostrado esperanzada con un reciente cambio en la opinión pública sobre la industria, la cual muchas veces ha tenido mala fama pero que, en su opinión, realiza una labor vital de limpieza de los montes, con un aprovechamiento sostenible de los recursos que es cada vez más reconocida.


“Llevamos sacando madera desde hace cien años y siempre con una gestión forestal, no hemos entrado y arrasado con lo que hemos querido, se cortan los pinos que hay que cortar, son limpiezas del monte. Nosotros somos los que más respetamos y queremos al monte porque para nosotros es fundamental”, ha defendido Silvia García.


Esta tarea es crucial para evitar o minimizar el impacto de los incendios como los ocurridos el año pasado en Castilla y León, que fueron especialmente dolorosos para este sector por la evidente pérdida de valor de la madera cuando es recogida, pero no solo por eso.


Silvia García es natural de Navafría (Segovia), donde el pasado mes de julio se quemaron mil hectáreas: “Te da una sensación desértica; para mí, que desde niña he ido viendo cómo crecían los pinos, ahora ver todo arrasado… la sensación es dolorosa”, ha relatado esta segoviana, que todavía se emociona al recordarlo. EFE