Valladolid, 24 abr (EFE).- El psicólogo Javier Urra, uno de los especialistas que participan en la Jornada sobre Violencia Filioparental que acogen este lunes las Cortes de Castilla y León, ha alertado de que mayoritariamente las víctimas de esta violencia son las madres y que esto es un factor determinante hacia una potencial violencia hacia la pareja en el futuro.
En declaraciones a EFE, Urra ha sostenido que estos casos de violencia filioparental, el 60% los protagonizan chicos y el 40% chicas, tienen un “mal pronóstico” como anticipo de posibles casos de violencia de género, ya que la figura que mayoritariamente se ataca es la de la madre.
Las chicas destacan en casos de violencia psicológica grave
El psicólogo ha indicado que no sólo los chicos, protagonistas de los casos más violentos, sino que también esas chicas, más en casos de violencia psicológica grave, mantienen una “actitud bastante machista”, que en el caso de ellas suelen tener su origen en que vive cómo “la madre aguanta muchísimo del padre”, lo que la lleva también a “despreciarla” y “ridiculizarla”.
Urra ha destacado también que uno de los factores que abundan en los casos de violencia de hijos hacia padres es el de la adopción, con la particularidad de que es mayor la incidencia en casos de menores procedentes de Europa del Este, con matices como el síndrome feto-alcohol y una relación emocional basada en que los menores “quieren querer a sus padres adoptivos” pero recelan de romper totalmente su vínculo con los biológicos.
El especialista, director de centro ReCURRA Ginso en Madrid por el que han pasado unos 1.200 adolescentes, ha indicado que el último informe de la Fiscalía establece que estos casos de violencia filioparental “van en aumento”, al menos las denuncias que se tramitan, aunque ha apostillado que quizás este incremento también tiene que ver con el afloramiento de los casos al conocer que existen recursos jurídicos y asistenciales para tratar de resolver la situación.
Sobre la incidencia del confinamiento por la pandemia de la covid en un incremento de los casos, Urra ha sostenido que no ha sido muy significativo y ha defendido que son situaciones más estructurales que se fraguan desde la infancia -relación afectiva, falta de límites, niños tiranos- y que se desencadenan fundamentalmente en la adolescencia sea en el contexto que sea.
Diez meses sin móvil
La fórmula para atender a estos menores y mejorar su situación es “el cariño, el establecimiento de límites y normas claras y la transmisión de valores”: “Mejoran muchísimo”, ha resumido sobre su experiencia en el centro que dirige, financiado con fondos del Ministerio de Sanidad y con unos 120 profesionales.
“Diez meses sin móvil…y no pasa nada”, ha remarcado el especialista sobre uno de los ingredientes de la estancia en ReCurra Ginso, convencido de que las familias tienen que recuperar el respeto como un factor positivo y dejar atrás esa sensación de creación de “traumas” a menores de 8 años con los que luego “no pueden”.
Urra ha reconocido que denunciar a un hijo “es muy duro”, porque implica la sensación de que la sociedad “va a juzgar que lo han hecho mal como padres”, lo que conlleva que en “muchos casos” predomina el silencio, pero la Justicia y en varias autonomías recursos sociales pueden canalizar esta situación.
El experto coincidirá esta tarde con otros especialistas en la jornada organizada en las Cortes de Castilla y León por la Asociación Stop Violencia Familiar, como el magistrado-juez de Granada, Emilio Calatayud -participará por videoconferencia-; y los psicólogos Rafael Llor y Amalia Izquierdo. EFE
