Una escultura en granito de seis metros de altura y quince toneladas del primer rey de Portugal, Afonso Henriques, conocido en España como Alfonso I de Portugal, se ha instalado en Zamora, la ciudad donde fue nombrado caballero, tras la polémica y las críticas que generó su fisonomía en las redes sociales durante la exposición previa de la estatua en la ciudad lusa de Coimbra. EFE/Alberto Ferreras

Erigida en Zamora una polémica escultura del primer rey de Portugal

Alberto Ferreras| Zamora (EFE).- Una escultura en granito de seis metros de altura y 15 toneladas de peso del primer rey de Portugal, Afonso Henriques, conocido en España como Alfonso I de Portugal, se ha instalado en Zamora, la ciudad donde fue nombrado caballero, tras la polémica y las críticas que generó su fisonomía en las redes sociales durante la exposición previa de la estatua en la ciudad lusa de Coimbra.


La escultura, del artista de Guimaraes (Portugal) Dinis Ribeiro, muestra a ese rey del siglo XII en sus años de pubertad en una obra de arte figurativo no realista que deja entrever la espada de su nombramiento como caballero en Zamora y de la que destacan, además de sus grandes proporciones, los rasgos de su cara y su melena que ha sido objeto de memes y comparaciones durante los días que se exhibió en Portugal antes de ser trasladada a Zamora.

Sin vocación de realismo


Se trata de una pieza donada por la Gran Orden Alfonsina, una asociación cultural de Guimaraes creada para poner en valor la figura del rey fundador de Portugal, que se ha instalado en los jardines de la sede zamorana de la Fundación hispanolusa Rei Afonso Henriques, donde se inaugurará este fin de semana.

Sobre la polémica que ha generado en Portugal esta escultura, el secretario general de la Fundación Rei Afonso Henriques, José Luis González Prada, ha recordado a EFE que no se trata de una pieza “con una vocación de realismo” sino de “una obra de arte y eso significa que está sujeta a la opinión y la valoración de cada uno que la mire, lo que le pueda significar”.


González Prada ha admitido el “revuelo” que se ha generado en el país vecino sobre la fidelidad o no de la obra escultórica con lo que era la figura de Alfonso Henriques.


Ha mostrado su deseo de que el hecho de que se haya hablado mucho de ello en Portugal y de su ubicación definitiva en Zamora tenga “un efecto positivo” para la ciudad y esta obra de arte constituya “un elemento más de riqueza” que se suma a otros como las esculturas de Baltasar Lobo o a los grupos escultóricos de la Semana Santa.


“Confiamos en que a los zamoranos también les guste y la adopten lo antes posible”, ha declarado González Prada.


En los jardines de un edificio Bien de Interés Cultural


Con mayor o menor acogida popular, la escultura sustituirá al busto de bronce de ese rey que fue robado hace cinco años y que se mostraba en el exterior del convento de San Francisco desde que éste fue acondicionado como sede de la Fundación hispanoportuguesa Rei Afonso Henriques.


Esa fundación ocupa los restos del antiguo monasterio declarado Bien de Interés Cultural, con su ábside del siglo XIV y las capillas que se conservan del siglo XVI, que se han integrado con un edificio de nueva construcción en acero corten del año 1998.


A ese inmueble situado junto a la margen izquierda del río Duero a su paso por Zamora se suma ahora esta nueva escultura que se completa con la realizada por el artista local José Luis Coomonte expuesta en el jardín trasero del edificio.


Materiales con simbolismo


La obra escultórica, en la que ha colaborado con Ribeiro el arquitecto Abel Cardoso, está confeccionada principalmente con granito de Sao Torcato (Portugal), por ser un lugar mítico en la narrativa de la reconquista cristiana en la Península Ibérica.


Incluye también una piedra de mármol en referencia a las conquistas del rey Alfonso I de Portugal en el sur del país y granito Negro Angola para simbolizar la diáspora portuguesa.


La figura, que fue costeada a través de patrocinadores privados, se inaugura oficialmente este fin de semana con presencia de miembros de la Gran Orden Alfonsina y académicos de la Sociedad Histórica de la Independencia de Portugal.


Entre los actos programados con motivo del descubrimiento oficial de la estatua figura una recreación en la plaza de la Catedral de la investidura como caballero del primer rey de Portugal, como prolegómeno de la conmemoración del 900 aniversario de ese episodio histórico que tuvo lugar en Zamora en el año 1125. EFE