Fernando Sanz | Valladolid (EFE).- El veterano abogado Antonio Garrigues Walker está convencido de que “si los populismos empiezan a florecer es porque los partidos políticos no han hecho una labor política seria”, por lo que ha pedido no echarle “la culpa al ciudadano” e insistir en la búsqueda de los acuerdos y consensos.
Antes de participar en Valladolid en la I Cumbre de Mediación Empresarial organizada por la Cámara de Comercio de España y otras entidades el 25 y 26 de mayo, en una entrevista con EFE, Garrigues reconoce que el clima electoral no favorece ese entendimiento entre los partidos políticos.
Su dilatada trayectoria profesional compensa lo que ve como su “fracaso esplendoroso” en la aventura electoral que compartió con su amigo Miquel Roca, dentro del Partido Reformista Democrático (PRD), pero esa circunstancia no le aparta de tener claras algunas posiciones sobre la polarización política, el espacio liberal en el contexto actual, la moción de censura de Vox y Ramón Tamames, entre otros asuntos.
“Creo que el acuerdo siempre es posible y que es un problema puramente de voluntad política y humana”, responde cuando se le pregunta sobre la crispación en la política, algo que también achaca al período electoral con elecciones municipales y autonómicas de este domingo y generales, en principio previstas para diciembre.
“El tema hay que plantearlo al margen del mundo político y las elecciones, tenemos que aceptar que en España el recurso de la mediación, y por lo tanto el consenso, el acuerdo y el diálogo, no tiene el desarrollo que debería tener. Es en lo que tenemos que insistir”, asegura, cuando se le inquiere por la ruptura de consensos en asuntos como el papel de la Unión Europea o de la política exterior española.
Una posición, la del centro político y el liberalismo, cuya ideología “ha triunfado” pero que no es capaz de establecerse a través de un partido político, algo que en su opinión “ha pasado en todo el mundo”. “El único partido liberal que ha tenido una situación de fuerza fue el de Hans-Dietrich Genscher en Alemania, y no porque fuera mayoritario, sino porque se convirtió en árbitro de los dos partidos”.
Para Garrigues, “el mundo se divide entre socialistas y conservadores y el hueco que se deja a lo liberal es muy pequeño”, porque ambos bloques han asumido parte de sus planteamientos y de sus características y, aunque no descarte que los partidos de centro acumulasen más poder, señala que “exigiría una estrategia política totalmente distinta” y “harían falta de líderes que rompiesen ese aislamiento que, de momento, no los hay”.
“Extrañeza” con Tamames
Al margen de su ideología, Garrigues Walker también ha respondido sobre la moción de censura que lideró Ramón Tamames a petición de Vox en el Congreso, uno de los hitos de esta legislatura y que protagonizó un hombre de su generación (Tamames nació en 1933 mientras que Garrigues lo hizo un año después).
“Lo vi con cierta extrañeza y, al mismo tiempo, comprendí que una persona como él tenía interés en desarrollar su personalidad de esta manera”, ha asegurado, para añadir que respeta la decisión de Tamames, que “es una persona que tiene un juicio muy lógico y que tiene un conocimiento de los temas muy serio”.
Respecto a las críticas que hicieron a Tamames por su avanzada edad, especialmente en las redes sociales, el abogado especialista en inversiones extranjeras ha defendido su derecho “a mantener y emitir opiniones”, ya que la longevidad en condiciones mentales válidas también aumenta gracias a la medicación y al cuidado del cuerpo.
“Defiendo el derecho de mantener opiniones pasada cierta edad, lo contrario me parece que sería un poco radical y, sobre todo, injusto”, asegura.
Mediación empresarial
La mediación, sin embargo, es una de las herramientas que el presidente honorario de Garrigues y ACNUR defiende con vehemencia, una práctica muy extendida en el mundo anglosajón y en América Latina, que es “mucho más barata y rápida” que acudir a los juzgados, pero que en España “es recurso muy poco utilizado, lo cual es muy malo”.
“Hay gente que lo atribuye a nuestro carácter más frentista, a que preferimos una decisión judicial a una decisión mediada”, explica el abogado, una cuestión que considera que se debería analizar y que corresponde “al mundo empresarial, que debería las alternativas al pleito de una manera más profunda”.
De hecho, el veterano legalista asegura que hay poca “información y divulgación” al respecto y pone deberes a las organizaciones empresariales y a los medios de comunicación para que den a conocer esta herramienta.
“Creo que organizaciones como la CEOE debería tomar partido y hablar más sobre este tema, porque no es justo que un país como España tenga tan poca mediación”, ha propuesto. EFE
