Fernando Pérez Soto | León jun (EFE).- La temporada en Castilla y León deja luces con ascensos históricos como el del Zunder Palencia a la liga ACB de baloncesto, junto al retorno de Balonmano Nava a la Asobal, pero también sombras como los descensos en fútbol del Real Valladolid y Ponferradina.
El Palencia tuvo que renunciar en 2016 al premio de vivir la experiencia de la máxima categoría de la canasta por el controvertido canon económico exigido entonces por la ACB, ya extinguido y que condicionaba sobremanera a proyectos marcados por la humildad como el del conjunto morado.

Tras una fase regular que rozó el sobresaliente, ademas de conquistar la Copa Princesa de Asturias, parece que en esta ocasión el Palencia sí se logrará reunir los 2,5 millones de presupuesto antes del próximo de 15 julio, fecha límite, para refrendar en los despachos el éxito deportivo.
El otro ascenso, en este caso no histórico, pero sí de enorme valor por tratarse de un club de una pequeña localidad como Nava de la Asunción (Segovia), ha supuesto el retorno inmediato del Viveros Herol Nava a la liga Asobal.

El fútbol decepciona
El mismo camino pero en sentido inverso, ha recorrido en fútbol el Real Valladolid, que un año después de su ascenso a primera regresa a la segunda tras una última jornada de liga agónica.
En el año de su centenario, la Ponferradina se ha despedido de la segunda división rumbo a la 1ª RFEF después de un año pésimo y con tres entrenadores en el banquillo, mientras que Burgos y Mirandés han cerrado una plácida campaña sin excesivos agobios.
El fútbol, como deporte que mueve más aficionados, también llevó la decepción a Soria con un descenso, de nuevo en terreno propio, del Numancia, en su caso a la 2ª RFEF, tras caer en la final por la permanencia.
No fueron los únicos fiascos futbolísticos, aunque en otros casos fueran después de fracasar en el intento de ascender de categoría, como el filial del Real Valladolid, la Gimnástica Segoviana o el Zamora, al igual que Unionistas de Salamanca.

Rugby y voleibol
Las alegrías las aportaron clubes señeros en sus deportes, como el Quesos Entrepinares de Valladolid, que logró el doblete, Liga y Copa del Rey, en rugby, volviendo a mostrar su supremacía, pero ahora contestada por otro equipo de la Comunidad como es el emergente Universidad de Burgos, subcampeón en ambos torneos.
También el Río Duero Soria volvió por sus fueros en voleibol logrando, éste sí, hacer valer la importancia de disputar un título como anfitrión, imponiéndose en la Copa del Rey al Pamesa Teruel.
Al margen de clubes, hubo ciudades donde el deporte dejó la última temporada un regusto, bien amargo o de cierta indiferencia, como el caso de León, con el Abanca Ademar de nuevo decepcionando en la liga ASOBAL o la Cultural Leonesa sufriendo para mantenerse.
Tampoco en Salamanca fue el mejor año, salvo el más que decoroso papel del Unionistas en 1ª RFEF, porque al Perfumerías Avenida de Salamanca (baloncesto femenino) se le escaparon los títulos de Copa y Liga, sin brillar tampoco en exceso en Europa, mientras que en Ávila, su equipo de fútbol confía en tiempos mejores tras la llegada de nuevos inversores. EFE