Valladolid, 12 jul (EFE).- La pobreza se cronifica y estabiliza en Castilla y León, según el último informe de Cáritas del 2022.
Ese año, Cáritas de Castilla y León llegó a 118.637 beneficiarios en la Comunidad, ligeramente por debajo de los 122.936 del año anterior.
Aunque el número de atendidos directamente, cada uno luego con sus familias detrás, está estabilizado en unos 65.000, con el binomio inflación y guerra de Ucracia como singularidades de pasado año.
Los datos de 2022 también reflejan que la situación de pobreza y exclusión se ha cronificado en la Comunidad.

Los usuarios tienen que acudir con más frecuencia a las ayudas de esta entidad social de la Iglesia, con el acceso a la vivienda, la salud mental y la brecha digital como principales desafíos.
Así lo recoge la memoria regional de Cáritas del 2022 que han presentado este miércoles en Valladolid.
Lo han hecho el obispo de Astorga (León) y prelado nacional responsable de Cáritas, Jesús Fernández, y el presidente de la entidad en la Comunidad, Antonio Jesús Martín de Lera.
La pobreza se cronifica: de acudir una vez a hacerlo cinco
Si hace un año los usuarios de Cáritas en la Comunidad acudían por problemas con un recibo de la luz, en este 2022 la carestía de la vida por el aumento de la inflación, de los tipos de interés y su repercusión en las hipotecas ha llevado a que tengan que hacerlo tres, cuatro o cinco veces.
Ante esa cronificación de la pobreza, Cáritas ha tenido que aumentar en 4,5 millones, hasta más de 40, el esfuerzo financiero para hacer frente a esos desafíos.
El binomio de la pobreza del 2022: inflación +guerra de Ucrania
Junto a la inflación, la crisis humanitaria de Ucrania ha sido el otro factor específico del 2022, y tras más de 500 días de guerra, el obispo de Astorga ha defendido que es su “deber humano y moral tender una mano solidaria y ofrecer nuestro apoyo a aquellos que han sido desplazados por el conflicto”.
Ello, sin olvidar a los de otras partes del mundo como Venezuela, Colombia, Centroamérica, Afganistán o Marruecos.
El presidente de Cáritas Autonómica ha explicado que en torno al 15 o 20 por ciento, con variaciones en los 11 Cáritas que ha en las otras tantas diócesis de la Comunidad, han sido personas que han acudido a la entidad por primera vez.
Lo que indica que también hay personas que salen, pero el “resto se mantienen en una situación de exclusión.
Los problemas en salud mental, en aumento “serio”
Ha incidido en el “incremento serio” de las personas con problemas con salud mental, tanto en el 2022 como en lo que va del 2023.
Ese problema lleva a adiciones o a perder el hogar y comporta que desde las Cáritas de la Comunidad haya tenido que atender a esos usuarios de manera más intensa.
Ese problema creciente de salud mental se ha detectado en las acogidas parroquiales, y si en el 2021 fueron 2.749 las personas atendidas a través de programa de salud en el 2022 se han elevado a 3.090,
Por ello, Cáritas ha aumentado de tres a más de 3,25 millones en el dinero para esa materia.
El programa de acogida y asistencia: más recursos para menos usuarios
Tanto el prelado responsable de Cáritas nacional como el responsable de autonómico, han incidido en el acceso a una alimentación adecuada, una vivienda digna, y servicios básicos son los desafíos cada vez más difíciles de superar.
El obispo Jesús Fernández ha incidido en que la pobreza se cronifica y ha sostenido que a las “personas que ya encontraban dificultades en el pasado, el aumento constante de los precios, está generando una presión económica y sostenible”.
“Y cada vez más acuden a Cáritas a solicitar la ayuda ante la imposibilidad de hacer frente a sus gastos cotidianos”.
Alimentación y vivienda: las necesidades básicas de los que acuden a Cáritas
Las necesidades fundamentales de los que acuden a Cáritas en la Comunidad son la alimentación y la vivienda, en cuanto a pobreza energética o alquileres.
Especialmente, en una Comunidad donde la “vivienda pública es escasa y es difícil accede a ella”, ha apuntado Martín de Lera.
“Esa situación está llevando a muchas familias a dedicar la mayor parte de sus ingresos a la vivienda y gastos esenciales, dejando al lado otros que también son importantes”.
Ello está “generando grietas en muchas economías familiares, dificultando la planificación de sus vidas a medio plazo y a largo plazo y limitando sus oportunidades de crecer y desarrollarse, abocando a muchos hogares a la exclusión”.
Y a los jóvenes a formar una familia por no poder emanciparse, ha reflexionado por su parte el obispo de Astorga.
La brecha digital: el ser o no ser para estar en la sociedad
Otro desafío que enfrenta Cáritas es la brecha digital, donde se juega el ser o no ser analfabetos y estar o no en la sociedad, ha reflexionado el responsable autonómico de la entidad.
Y ello requiere tener medios, dispositivos, conectividad y formación, y afecta tanto a niños como a familias, desempleados o mayores, para lo que en el 2022 Cáritas puso en marcha dos proyectos de digitalización.
4.044 voluntarios y 898 trabajadores
En cuanto a Cáritas, cuenta en la Comunidad con 4.044 voluntarios y 898 trabajadores, y su presupuesto ha salido en 12,4 millones de fuentes públicas, con 9,3 millones de la administración autonómica; y otros 27,6 de fuentes privadas.EFE