El director de Sonorama Ribera, Javier Ajenjo. EFE/Paco Santamaría

Javier Ajenjo: “Sonorama es una lección de vida y un aprendizaje continuo”


Nieves López. Aranda de Duero (Burgos), (EFE).- En menos de 15 días arranca Sonorama Ribera (9-13 de agosto), el festival de música que desde 1998 convierte a Aranda de Duero (Burgos) en centro de la música española.


Son ya 26 las ediciones de un evento, el más importante de cuantos se celebran en Castilla y León de estas características y uno de los más relevantes de todo el país, que logra reunir durante cuatro jornadas de conciertos a cerca de 140.000 asistentes que disfrutan de más de 150 conciertos repartidos en su decena de escenarios, entre ellos el mítico de la Plaza del Trigo, cita ineludible para los amantes de las sintonías nacionales.


Hablar de Sonorama Ribera es hacerlo de Javier Ajenjo, el arandino de la añada de 1973, que junto a un grupo de amigos a finales del siglo XX se embarcó en la aventura de poner la capital ribereña en el mapa nacional e internacional por su interés cultural, turístico y que, desde entonces, se ha mantenido como coordinador/director de Sonorama y cara visible del festival.


A menos de 15 días para que arranque la vigésimo sexta edición del festival, Ajenjo explica en una entrevista con EFE que afronta esta convocatoria ilusionado, rodeado de un equipo cada año mejor, lo que da mucha seguridad y quita responsabilidad.


La de 2023, la mejor edición


“Estamos ante la mejor edición que hemos vivido nunca porque estamos comprometidos en dar la mayor comodidad a tantos miles de personas. Hemos avanzado en controlar la afluencia de público, los accesos con la pulsera, restringiendo a aquellos que utilicen mal los privilegios que les otorga, comprometidos con la sostenibilidad, la inclusión… Tenemos un gran reto por delante”, ha expuesto.


“Y no hablamos de grupos sino de espacio, personas, compromisos, que es en lo que tenemos que centrarnos más allá de artistas y números”, ha aclarado.

El director de Sonorama Ribera, Javier Ajenjo. EFE/Paco Santamaría


Ante el ciclo de conciertos de grupos casi desconocidos que emprendió un grupo de amigos a finales del siglo XX, el director del festival asegura que queda “todo” y admite que hay un temor a crecer, evolucionar y cambiar, “pero esto es vivir. Sonorama es una lección de vida y un aprendizaje continuo”.


Ajenjo asegura que no se arrepiente de no haberle dado más realce a la música internacional porque hay que empezar a valorar una industria de la música que hay aquí y genera trabajo y riqueza.


El veinticinco aniversario de Amaral, un regalazo


Musicalmente hablando, para el responsable de Sonorama Ribera, los principales valores de la edición de 2023 abarcan un concierto estrella, el 25 aniversario de Amaral, que supone “un regalazo”, ya que es “un concierto que ni ha existido ni va a existir, porque que te hagan 25 hits más una canción nueva es algo impensable”.


“Un reto es que un cargador de Grammys, como Jorge Drexler, esté presente. Y a mí me hace especial ilusión volver a escuchar los temas de Barricada con ‘el Drogas’. También la consagración de Arde Bogotá, en horario estelar en un escenario principal y pesos pesados como Vetusta Morla, Viva Suecia, la despedida de Second, que ha sido fundamental para Sonorama”, cita Ajenjo, entre otros conciertos.


Durante cuatro días en los que se duplica la población de Aranda de Duero, en plena ‘España Vaciada’, lo que más le preocupa es que “la gente se vaya feliz” y causar las menos molestias posibles, demostrar que se puede hacer un festival sostenible, en una edición en la que se controlará el aforo en la plaza del Trigo mediante cámaras.

El director de Sonorma Ribera, Javier Ajenjo. EFE/Paco Santamaría

De los detractores aprendes


Acerca de quienes no son partidarios del festival, considera que lo mejor que a uno le puede pasar es tener detractores, porque aprendes, y no duda de que el 90% de la gente de Aranda quiere que exista Sonorama Ribera.


Sonorama Ribera camina sobre todo hacia “mejorar aquí”, aunque también está abriendo una ventana a Latinoamérica porque a través de Planeta Sonoro está trayendo más de 20 giras de artistas internacionales.


“Y a la vez estamos consiguiendo que bandas nacionales tengan oportunidades en México, Uruguay, Argentina, Colombia, abriendo nuevas vías”, ha celebrado, además de confirmar el desarrollo de Sonorama Uruguay y Sonorama México, que serán en noviembre y febrero de 2024.


Ante voces que alertan de que la burbuja de festivales está a punto de estallar y ya van decayendo, lo que no ocurre con Sonorama, piensa que su secreto es hacer las cosas con unos principios y valores que les han acompañado siempre, apoyar las bandas nacionales, cuidar al público que confía en la convocatoria y seguir abriendo nuevas vías.


“Que el festival envejezca con salud”, resume.