Valladolid (EFE).- La superficie forestal quemada en los incendios forestales de Castilla y León en lo que va de año, desde el 1 de enero hasta el pasado fin de semana, se ha reducido cerca del 83 % respecto a la media que se calcinó en ese periodo en la comunidad en los últimos diez años, mientras que en superficie arbolada la reducción es del 92%.
Esos datos actualizados al pasado 20 de agosto los ha ofrecido este lunes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que pese a ello no ha querido hacer “ningún tipo de triunfalismo” de las cifras porque en cualquier momento pueden cambiar.

Al respecto ha recordado que la comunidad se encuentra en alerta por riesgo de incendios por las altas temperaturas desde este lunes hasta el miércoles día 23, lo que implica restricciones como la de hacer barbacoas o encender fuego en espacios abiertos, junto a otras que afectan al uso de pirotecnia o a los trabajos en el monte y que se detallan en una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial de Castilla y León.
Suárez-Quiñones ha detallado que en lo que va de año se han registrado en Castilla y León un total de 796 incendios forestales, aunque los servicios de extinción del operativo autonómico también han tenido que intervenir en otros 393 fuegos no forestales, como los que afectan únicamente a superficie agrícola o los periurbanos.
Los incendios forestales registrados hasta estas fechas del año suponen un 25 % menos que los registrados de media en los últimos diez años, mientras que la superficie afectada por ellos se ha reducido aún de forma más importante, al pasar de las 15.482 hectáreas de media anual durante la última década en el periodo analizado a las cerca de 2.694 hectáreas contabilizadas este año.
En lo que respecta a masas arboladas, se han quemado unas 450 hectáreas desde el pasado 1 de enero, frente a las 5.679 hectáreas de media del último decenio hasta estas mismas fechas del año.
El consejero de Medio Ambiente ha afirmado que las circunstancias este año no son “ni parecidas” a las del año pasado, ya que si bien este verano también ha habido olas de calor no se han producido con la misma intensidad ni han llegado acompañadas de otros fenómenos como las tormentas secas, fuertes vientos o escasa humedad que se dieron el año pasado.
Frente a las críticas de UGT, que ha sostenido que las nuevas autobombas adquiridas para el operativo de incendios de Castilla y León no eran adecuadas, Suárez-Quiñones ha señalado que esas críticas “no se basan en hechos ciertos” ya que las autobombas cumplen las homologaciones europeas y nacionales para este tipo de vehículos.
Además las autobombas están certificadas por Renault Truck, una marca “a la que tenemos mucho cariño en Castilla y León”.
Sobre posibles deficiencias en la base de incendios abulense de puerto del Pico, el consejero de Medio Ambiente ha sostenido que esa base no es de su competencia porque “la titularidad del uso” es del Estado, que tiene en ella una Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales. EFE