Valladolid (EFE).- El presidente ejecutivo y fundador de Cabify, Juan de Antonio, ha apostado este viernes por alternativas de movilidad sostenibles, con múltiples opciones y con alternativas personalizadas para generar ciudades “más inclusivas y menos individualistas”.
“En el futuro hablamos de que [la movilidad] va a ser más sostenible y más accesible, porque todo el mundo tiene derecho a moverse con libertad”, ha asegurado durante su intervención en el XXVI Foro Iberoamericano de Emprendimiento y Finanzas de Impacto, que han tenido lugar este viernes en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid.

De Antonio ha contrapuesto las ciudades del siglo XX que se reconfiguraron como un “Scalextric” para adaptarse y planificarse en torno al vehículo particular, que trajo ventajas económicas y para la vida de los ciudadanos, pero que ha generado “consecuencias perversas” que no sólo tienen que ver con la ocupación del espacio, el medioambiente y la salud.
“Hoy tenemos tecnología que nos permite corregir lo negativo de nuestra urbanización del siglo XX”, ha asegurado, para recordar que su empresa nació en Madrid pero que se trasladó a Latinoamérica, concretamente a México, Chile y Perú, donde Cabify se convirtió en la primera aplicación de “multimovilidad”.

El empresario ha incidido en que el uso del vehículo compartido “supone una eficiencia en su uso” respecto al vehículo particular, que está aparcado el 95% del tiempo, aunque estos realicen el 80% de los trayectos, lo que en su opinión “no es sostenible”.
De Antonio, además, ha destacado que además el vehículo particular se renueva mucho menos que el compartido y ha puesto como ejemplo las cifras de España, donde el 3,6% de los coches tiene etiqueta 0 o eco, frente al 77% de su flota, así como trabajan con dos fechas para que el 100% de sus vehículos sean de no combustión: 2025 para España y 2030 para Latinoamérica.
Alternativas personalizadas
El presidente ejecutivo de Cabify también ha valorado el apoyo de sus usuarios, con una comunidad de más de 50 millones y 1,5 millones de socios conductores y más de mil empleados en todo el mundo, lo que se ha traducido en una facturación de más de 688 millones de dólares en 2022, el 32% más respecto al ejercicio anterior y más del 60% de su cifra de negocio respecto a fechas previas a la pandemia de la covid-19.
De hecho, ha apostado por aprender de las “lecciones del covid y mantener viva esa memoria” para mejorar la accesibilidad desde tres aspectos: la innovación tecnológica, para reducir el número de rutas en vacío de los conductores y mejorar la eficiencia de los vehículos y las opciones de la propia aplicación, que está adaptada las necesidades de las personas mayores, con discapacidad audiovisual o auditiva o que incluso necesiten pedir un vehículo con sillita de bebés.
A la pata tecnológica hay que sumarle la multimovilidad, la suma de alternativas, como la opción de poder utilizar una moto eléctrica, que gestionan a través de la empresa Ultra, y, por último, la personalización, porque “el futuro de la movilidad va por tener distintas opciones”, ha añadido De Antonio.
Respecto al legado de su empresa, el ejecutivo ha valorado que las empresas tecnológicas “se convierten en un semillero de otras empresas”, ya que han aprendido “cómo crece y cómo llevarla a otro país” y ha cifrado en más de 90 nuevas compañías en 15 país que han surgido de los extrabajadores de Cabify, según datos recopilados por la Fundación Endeavor. EFE