Burgos (EFE).- El equipo arqueológico que trabaja desde hace cinco años en la ciudad romana de Flaviaugusta, en Poza de la Sal (Burgos), ha enviado a Lituania una muestra de carbono con la que esperan poder confirmar la datación de las pinturas murales que decoran la denominada Casa de las Flores, una de las construcciones halladas y excavadas y que, según los primeros indicios, correspondería a la época del Alto Imperio, en concreto, al siglo II.
En el suelo de la habitación en la que ha estado excavando durante el último mes la presencia de carbón es constante, ha explicado a EFE la arqueóloga y directora de la excavación, Esperanza Martín, quien ha matizado que es la primera ocasión en la que encuentran carbono dentro de la pintura mural.
“Encontrar carbón en arqueología es complicado”, ha recordado, de modo que para fechar el suelo de la habitación, de 3 por 3,30 metros cuadrados, que es realmente lo que les interesa, dicho carbón debería estar bajo el suelo, y no sobre el mismo, como el que están hallando en Poza de la Sal.
De ahí que haber podido recuperar carbón en la pintura mural es “interesantísimo, porque en la mayor parte de las ocasiones se sabe cuándo se abandonaron las pinturas pero no cuando se hicieron”, y con el análisis del carbono 14 se busca datar la época de las pinturas de la Casa de las Flores.
Por el momento, el equipo arqueológico tiene datada la construcción, de manera preliminar, en el siglo II, Alto Imperio, pues en las tres campañas de excavaciones realizadas (2021-2022 y 2023) han localizado numerosos materiales que así lo atestiguan, como metales, vasos y copas de vidrio y cerámica terra sigillata.
El proyecto en busca de vestigios de la antigua ciudad romana de Flaviaugusta nació hace cinco años, cuando se empezó con los primeros trabajos de estudio, investigación y georradar, que permitieron localizar restos bajo la superficie de una gran urbe romana, de unas 10 hectáreas.

La ciudad romana se distribuiría en diferentes terrazas de ocupación, con edificaciones definidas (entre ellas, unas termas) y una calle principal, sobre la que está asentada la carretera moderna, y que divide en dos el yacimiento romano.
En 2021 hallaron la que han denominado Casa de las Flores, por el tipo de decoración mural encontrada, y en la campaña de este último mes se han centrado en recuperar el conjunto pictórico de una de las habitaciones.
Esperanza Martín ha admitido que “la cantidad de material hallado ha sido desmedida, muy por encima de lo esperado”, tanto en pintura mural como en cultura material, así que están muy satisfechos pues los resultados están siendo “muy buenos” aunque “ralentizan el trabajo”.
De hecho, la excavación debería haber acabado días atrás, pero Martín sigue trabajando en el lugar porque están a punto de completar la recuperación de la pintura en la habitación; “hemos alcanzado el suelo, pero ahora hay que vaciar la estancia”, ha explicado.
La arqueóloga ha indicado que quedaría hacer el levantamiento estratigráfico de la pared occidental, que es la única que no colapsó, sino que se derrumbó deslizándose, así que se ha dejado para el final por su buena disposición.
El equipo se ha reforzado este año en restauración y documentación, frente a excavación, a diario han estado sacando entre cinco y diez cajas de pinturas y materiales, que luego hay que conservar y documentar; Esperanza Martín no tiene un cálculo exacto del volumen de pintura mural que se ha recuperado, pero afirma que no hay menos de 5.000 piezas.
La arqueóloga ha recordado que en Flaviaugusta hay trabajo para muchos años pues solo se ha excavado una mínima parte de la ciudad romana, no llegará ni al 0,1 por ciento, y se sabe que son alrededor de 10 hectáreas, con diferentes cronologías, de un mínimo de cuatro siglos (I al IV).
Por ello, la arqueóloga defiende la necesidad de proteger este yacimiento y, anquue cuentan con el apoyo de la Guardia Civil, denuncia la presencia de detectoristas, que este año han estado incluso buscando piezas para expoliarlas a menos de diez metros de la cata